Por @Wicho — 25 de julio de 2019

Unos 4.000 años antes de Cristo se lía parda en el paraíso cuando Adán y Eva comen la fruta prohibida. Enfadadísimo con ellos Dios los expulsa. Junto con ellos llegan a la Tierra Azirafel, el ángel guardián de la puerta del este del jardín del Edén, y Crawley, el demonio que convenció a Adán y Eva de que probaran la manzana aunque él mismo no tiene muy claras las intenciones de Dios con toda esta movida. Los envían sus jefes para tener información de primera mano de lo que pasa en la Tierra.

Con el paso de los siglos Azirafel y Crawley –que con el tiempo decide cambiar su nombre por Crowley– no sólo van cogiéndole cariño a la Tierra y a los humanos sino que además terminan por entablar una sincera amistad aunque ellos mismos no quieran reconocerlo.

Pero una agradable noche Crawley es convocado para que sustituya al hijo de una pareja humana por el hijo de Satán. Será quien traiga el fin de los tiempos, el Armagedón. Pero Crowley convence a Azirafel de que si los dos se mantienen cerca del niño y cada uno intenta influirlo con su propia visión del mundo el hijo de Satán terminará siendo un niño normal.

Así que con esa idea se colocan dentro del personal de la casa en la que vive Warlock, que es el nombre que sus supuestos padres han dado al supuesto Adversario, Destructor de Reyes, Ángel del Pozo sin Fondo, Príncipe de Este Mundo y Señor de las Tinieblas.

Crowley como niñera
Crowley como niñera de Warlock

Azirafel como jardinero
Azirafel como jardinero

Sólo que sin que ellos lo supieran la noche de la llegada a la Tierra del Adversario, Destructor de Reyes, Ángel del Pozo sin Fondo, Príncipe de Este Mundo y Señor de las Tinieblas las cosas se liaron un poco y el niño al que ellos han estado vigilando en realidad no es el hijo de Satán.

Para cuando lo descubren, el día en el que cumple 11 años, el verdadero Adversario, Destructor de Reyes, Ángel del Pozo sin Fondo, Príncipe de Este Mundo y Señor de las Tinieblas pone en marcha sin saberlo el Armagedón al adoptar al sabueso satánico que le envían desde el infierno.

Claro que Adam, que es el nombre que le han puesto sus padres «adoptivos» al verdadero Adversario, Destructor de Reyes, Ángel del Pozo sin Fondo, Príncipe de Este Mundo y Señor de las Tinieblas, no sabe quién es él ni mucho menos ese perro al que decide llamar Perro.

Esto le da la oportunidad a Azirafel y a Crowley de intentar parar el Armagedón, aunque para ello antes tendrán que localizar al hijo de Satán, algo en lo que contarán con unos aliados inesperados y cuando menos peculiares.

Disponible en Prime Video Good Omens es una adaptación en forma de serie de televisión (televisión por decir algo) de libro de Terry Prattchett y Neil Gaiman del mismo título y es tan recomendable como el libro.

Los personajes son divertidísimos, las situaciones graciosísimas, y el humor de Pratchett y Gaiman, que supervisó la adaptación, es inteligentísimo. Desde luego es de esas series que merece la pena ver dos o más veces para asegurarte de que pillas todo. Y mejor en inglés.

El libro, por supuesto, tampoco tiene desperdicio.

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