El 12 de febrero de 1985 una serie de errores por parte de los controladores de la misión hicieron, casi literalmente, saltar el sistema eléctrico de la estación espacial soviética Salyut–7 por los aires, aunque afortunadamente en aquel momento no había ningún tripulante a bordo.
Las autoridades soviéticas podrían haber dado por perdida la estación, pero por varias razones, entre ellas el orgullo dañado de la nación ante un programa espacial en horas bajas, decidieron que intentarían recuperarla.
Así, el 6 de junio de 1985 Vladimir Dzhanibekov y Victor Savinikh despegaban a bordo de la Soyuz T-13, una cápsula modificada especialmente para la misión de rescate.
La misión de rescate era complicada, ya que sin electricidad, y con todos sus sistemas apagados, la Salyut 7 estaba congelada, con lo que trabajar en su interior era complicadísimo. Aún así para el 13 de junio Dzhanibekov y Savinikh habían conseguido reactivar el suficiente número de sistemas de la estación como para considerar un éxito su misión, aunque los tanques de agua tardaron hasta finales de junio en descongelarse y no fue sino hasta finales de julio cuando la atmósfera interior de la Salyut 7 alcanzó sus niveles normales.
La Salyut 7 fotografiada desde la Soyuz T-13 a la partida de esta, 112 días después de que Dzhanibekov y Savinikh llegaran a ella
La Salyut 7 siguió en servicio hasta julio de 1986, cuando su última tripulación partió de ella; se desintegró en la atmósfera el 7 de febrero de 1991.
El rescate de la Salyut 7, mantenido en secreto durante muchos años, se considera uno de los mejores momentos del programa espacial soviético, a la altura del Apolo 13 de la NASA, aunque en este caso no corría peligro inmediato la vida de ningún astronauta; otra cosa son las probabilidades de salir con vida de la misión de reparación que tenían Dzhanibekov y Savinikh.
Y para 2017 podremos disfrutar de una película que lo cuenta, Salyut 7, istoria odnogo podviga, en español Salyut 7, historia de una hazaña, que promete ser como Gravity, aunque en esta ocasión sin fantasmadas. Espero.