Por @Wicho — 2 de septiembre de 2014

Desde que los ordenadores dominan esta parcela del cine estamos ya de vuelta con el tema de los efectos especiales y es extremadamente difícil que nos logren sorprender con nada.

Por eso el mérito que tenía Karel Zeman, que jugando con las posiciones relativas de la cámara, el escenario y los personajes conseguía unos efectos especiales alucinantes utilizando técnicas puramente analógicas es digno de recordar.

Sí, el audio del vídeo está en checo, pero eso no debería ser problema.

(Vía Bacteria Mutante, una producción de los Museos Científicos Coruñeses, donde trabajo en el MundoReal™).

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