Los seguidores de Star Trek quizá recordarán uno de las más emblemáticas naves de la serie, la lanzadera Galileo, un pequeño transbordador que llevaba a Kirk, Spock y compañía desde el Enterprise hasta la superficie de los planetas en sus aventuras.
Pero, dirá alguien, ¡si en el Enterprise tenían aquel «mágico» y estupendo teletransportador! Bueno: originalmente se planificaron las lanzaderas como parte de la serie, pero por problemas de presupuesto y la complicación técnica y efectos especiales necesarios para hacerla despegar y aterrizar en diferentes planetas hubo que descartarlas. Así que se cambiaron los guiones y se usó el teletransportador.
Debido a la popularidad de la serie algo más tarde ya se pudo construir, haciendo su aparición en The Galileo Seven. Se supone que el Enterprise 1701 cuenta con una dotación de siete lanzaderas, incluyendo la Columbus entre ellas. Los guiones alternaban «teletransporte» cuando no había tiempo o dinero y planetas con «problemas climáticos o en su cambio magnético» (ejem) cuando las circunstancias lo permitían: la lanzadera era definitivamente más resultona.
En el minidocumental de 15 minutos sus creadores explican cómo la diseñaron y construyeron a partir de un armazón metal, usando madera como material principal. Sí: la Galileo la fabricó un carpintero.
No tenía ni idea de que hubiera tanto fan de Star Trek, Blade Runner y ese tipo de ficción ni que pusieran tanto ahínco en perseguir todo eso que tanto les gusta.
– Gene Winfield, creador de la Galileo
La lanzadera fue olvidada en un almacén en los años 60 cuanto terminó de emitirse Star Trek, para ir viajando de un lugar a otro mientras sus creadores la seguían la pista – animados por los fans, todo sea dicho. Llegó a un trastero de Ohio, donde pasó incontables años. Finalmente se subastó, se lanzó un proyecto para su restauración y actualmente está expuesta en el Centro Espacial Houston. Un final digno para una nave con tanta historia.