La película de Los Simpson es divertida. Te ríes y se pasa volando. Merece la pena verla.
Después de mucho tiempo siguiendo los rumores, noticias y trailers varios de la película de Los Simpson, ayer tuvimos la suerte de asistir invitados al pre estreno (algunas fotos del evento). Y la película, gustos particulares de cada uno aparte, no decepciona —en contra incluso de lo que algún teaser inicial pudo transmitir equivocadamente.
La película es básicamente un episodio un poco atípico y sobredimensionado entrelazado con otros dos de estilo y metraje más convencionales. El resultado es una película de una hora y media llena de situaciones cambiantes, sketches y chistes generalmente divetidos, algunos más exagerados o previsibles que otros, pero graciosos en casi todos los casos. Y muy trabajados.
Porque se percibe que detrás del guión hay muchas horas de trabajo. Y otras tantas más en lo que respecta al dibujado y a la animación, que combinan casi perfectamente dibujos planos, habituales de la serie, y tridimensionales —una técnica aparentemente similar a la utilizada en la serie Futurama, con la que se consiguen muy buenos resultados estéticos tanto en los personajes y movimientos como en los escenarios, ambientación y efectos.
Las situaciones particulares y personajes tampoco desentonan demasiado con la serie original. En este sentido Homer es indicutiblemente el protagonista de la cinta, muy por encima de cualquier otro incluido Bart. Y también es con diferencia el más fiel a sí mismo, tan divertido y absurdo como siempre e incluso ligeramente más obsceno. En este sentido tal vez sólo es igualado por Marge y su casi eterna paciencia para con Homer. En cambio Bart, Maggie y Lisa son por este orden cada uno menos coherente que el anterior respecto a lo que acostumbran a ser en la serie. En ocasiones pueden llegar a resultar “extraños” —algo parecido sucede en algún momento con algunos escenarios en Springfield.
El resto de personajes, la gran familia acumulada durante 20 años de serie, aparecen fugazmente. Incluso algunos habituales de los episodios individuales apenas tienen un mínimo protagonismo, como es el caso de Moe, Burns y Smithers o Apu: otros ni siquiera llegan a abrir la boca y son apenas un momento en algún fotograma como sucede Patty y Selma, Skinner o Karabappel entre otros.
Aún siendo incondicional de Los Simpson e intentando ser lo más objetivo posible diría que la película es divertida como comedia de animación. Y como complemento a las 19 temporadas que ya suma la serie ni decepciona ni desmerece. La película se estrena el próximo viernes 27 de julio (también conocido como “mañana”) y yo probablemente iré al cine a verla otra vez.
