No sé por donde vi pasar esta secuencia-recordatorio de la estupendísima Battlestar: Galáctica (2004-2009), una de las mejores series de ciencia-ficción de todos los tiempos. En el episodio en cuestión el comandante de la nave insignia de la flota, interpretado por el gran Edward James Olmos, ejecuta lo que pasa desde entonces a conocerse como «la maniobra Adama»: saltar desde el hiperespacio al interior de la atmósfera del planeta, dejar caer la nave en la reentrada, lanzar los cazas y, en el último momento, volver a saltar al hiperespacio.
De 00:00 a 02:00 se ven los preparativos y cómo crece la tensión; de 02:00 a 02:40 el combate en tierra y a partir de ese momento comienza la «sorpresa» con la Galáctica apareciendo de la nada.
Teniendo en cuenta que la Galáctica mide 1,5 km de largo –algo así como cinco portaaviones– y que la caída no dura mucho, tiempo en el que hay que «recalcular el salto» casi a lápiz (que en esa serie todo es muy manual y está poco computerizado), la maniobra Adama tiene su mérito. Por no hablar del de los cazas Viper que salen al combate envueltos en llamas y se unen a las escuadras de ataque que andan por los alrededores.
El episodio en cuestión es Éxodo, Parte 2, de la tercera temporada, en el que los protagonistas intentan rescatar a las gentes de Nueva Cáprica cuando aparecen varias bases y cazas de la flota Cylon. Es uno de los mejores valorados de toda la serie y desde luego esta maniobra –que tenía casi olvidada– una de las mejores de la historia de las batallas espaciales.