Alexei Leonov en la Luna – Tall Ship Productions / Sony Pictures Television / Apple TV+
Mientras la NASA ultima los detalles para el lanzamiento del Apolo 11, la Unión Soviética gana por apenas unos días la carrera espacial al conseguir que Alexei Leonov alunice el 26 de junio de 1969. Así que el programa espacial de los Estados Unidos, a pesar de que consigue poner en la Luna al Apolo 11 sin demasiados problemas, sigue yendo a remolque de la URSS. Por eso el presidente Nixon, basándose en información de la CIA que sugiere que la URSS va a construir una base en la Luna, decide que esa la prioridad de la NASA ha de ser establecer una base permanente en la Luna.
Pero la URSS les vuelve a meter otro gol al hacer aterrizar en la Luna en septiembre de 1969 a la cosmonauta Anastasia Belikova. Así que Nixon decide, además, que la NASA tiene que enviar también una mujer a la Luna, lo que obliga a la agencia a recurrir a las Mercury 13 que quedan en activo así como a algunas otras mujeres piloto más.
La carrera por poner esa primera base en la Luna y para formar al primer grupo de astronautas estadounidenses se convierten así en los arcos principales de los diez capítulos esta primera temporada de Para toda la humanidad, una serie disponible en Apple TV+.
Describen una ucronía tan próxima a nuestra historia, en especial en los primeros capítulos, que la hacen una serie más que recomendable para cualquier persona interesada en la investigación espacial, aunque por supuesto la política y la realidad social de la época también juegan un papel muy importante.
Le da un extra de credibilidad que la serie mezcla personajes reales como el propio Leonov y Deke Slayton, Gene Kranz o incluso Wernher von Braun con otros personajes absolutamente inventados y algunos inventados pero que se parecen mucho a como podrían haber sido algunos personajes reales si su carrera se hubiera desarrollado de otra forma. Eso sí, los guionistas son bastante implacables con lo que supone la exploración de una nueva frontera en cuanto a los riesgos que se asumen y no tienen ningún reparo en terminar con algunos de los personajes de forma más o menos horrible.
Lo que más he echado de menos es algún vistazo más al lado soviético del asunto en esta primera temporada, algo que no sé si cambiará en la segunda, que afortunadamente ya está confirmada. Y por cierto: no seáis culos inquietos y esperad a la escena post créditos del último episodio.