Source Code (Código fuente, 2011) de Duncan Jones, es una de las pelis de ciencia ficción de este año que no había podido ver hasta ahora. Cuenta de forma repetitiva los ocho últimos minutos de una explosión en un tren de cercanías de Chicago, visto desde los ojos de un soldado que no sabe muy bien qué hace allí.
Poco a poco se va desvelando su papel en la historia en una carrera por evitar desastres aun mayores, mientras de fondo queda la historia a otro nivel sobre dónde está realmente su cuerpo, cómo está pudiendo «repetir» el suceso, que es totalmente real, y qué papel juegan los militares que lo han mandado a esa misión.
Apropiadamente, la película recuerda un poco a Déjà Vu (2006, Tony Scott) e incluso –por qué no– a Atrapado en el tiempo, a.k.a. «El día de la marmota»), aunque argumento y transfondo son bastante diferentes sobre todo respecto a las inquietantes cuestiones que plantean. En definitiva, otra pieza de esas obligatorias de ver para todo geek, que apreciará la sutileza con que el director de Moon ha llevado a cabo su trabajo.