Por Nacho Palou — 30 de diciembre de 2017

Más allá de las preferencias cinematrográficas de cada uno, o de si la película Dunkerque (Dunkirk, 2017) gusta más o menos, de lo que no hay duda es de que esta producción de Christopher Nolan ofrece una experiencia cinematrográfica muy particular; incluso especial.

Sareesh Sudhakaran repasa algunas de las técnicas cinematográficas y de rodaje que utilizaron Christopher Nolan y el director de fotografía suizo Hoyte van Hoytema para narrar las historias que confluyen en Dunkerque.

Dunkerque es, por ejemplo, una de las películas de Hollywood grabadas con mayor resolución: el 70 por ciento de la cinta está filmada con película IMAX de 70 mm, que equivale a fotogramas de 85 megapíxeles y a una resolución de 11K (2,8 veces la resolución 4K). Esto también significa que la mayoría del público no la verá reproducida de la manera en que se concibió (como película IMAX, inmersiva). En cambio tanto en cine convencional como en televisión lo que se ven son recortes de recortes de la filmación original con proporciones de imagen diferentes. Pero aun así, incluso en televisión, la película conserva su particular ambiente y ritmo gracias a diveras técnicas de rodaje y de composición de las escenas.

Como curiosidad añadida, a pesar de que Dunkerque puede parecer una película lenta, en realidad Dunkerque “técnicamente” es una película de acción: “como sucede con cualquier otra película de Christopher Nolan”, explica Sareesh, la velocidad a la que transcurre la acción es “una ilusión”. Esto en parte tiene que ver con el uso de escenas muy estabilizadas y próximas (pero sin el recurso fácil de “agitar” la cámara) y con una composición muy cuidada que permite ver la toma con detalle. Pero lo cierto es que “la duración promedio de cada toma es inferior a los cuatro segundos, similar al de cualquier película de acción. Nolan logra hacer una película que crea tensión con la espera.”

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