En la primera escena de The Good Place Eleanor Shellstrop abre los ojos sentada en un sofá y lo primero que ve son unas grandes letras que le dan la bienvenida y que le dicen que todo está bien. Casi inmediatamente un señor canoso con gafas abre la puerta de un despacho y le invita a pasar. Ella no pierde tiempo en preguntar dónde está, quién es él y qué está pasando.
Michael le contesta que ha muerto. Que su vida en la Tierra ha terminado y que ahora está en la siguiente fase de su existencia en el universo. Y ante su pregunta de si está en el cielo o en el infierno Michael le informa que en realidad la inmensa mayoría de las religiones apenas han acertado en un 5% con lo que pasa después de morir. Pero que puede estar tranquila porque ella está en el Lado Bueno.
Pronto conoce además a Chidi Anagonye, un profesor de ética de quien Michael asegura que es su alma gemela. Y a sus vecinos Tahani Al-Jamil y Jianyu Li, otra pareja de almas gemelas. Sin embargo Eleanor sabe que la han confundido con otra Eleanor Shellstrop o que como poco se han confundido con su biografía. Porque lo le ha contado Michael de su vida en la Tierra no se corresponde con su la realidad. Y que ni de broma le correspondería estar en el Lado Bueno.
Y hasta aquí voy a contar de la premisa de la serie. Pero a lo largo de sus cuatro temporadas te hará reír un montón. Y reflexionar aún más porque los guiones de los capítulos están siempre a vueltas con dilemas morales y éticos aún camuflados de humor. Contiene también sus dósis de crítica social: «sí, volvemos a tener nazis, no me explico cómo»; «madres con mallas de yoga que no creen en las vacunas»…
Las cuatro temporadas te sabrán a poco, aunque reconozco que en la cuarta algunos capítulos me chirriaron un poco. Pero eso queda más que compensado por un giro de guión al final de la primera temporada que no vi venir ni de lejos. Y porque están totalmente en contra de la pizza con piña.
Un enorme descubrimiento gracias a una recomendación de Miguel. No dejes de verla si tienes acceso a ella.
Go Jaguars! Blake Bortles!