Por @Alvy — 21 de agosto de 2018
Steve Young dirige este sencillo cortometraje titulado Pointless Time Travel en el que la máquina del tiempo es una caja de madera con un botón. Simple y directo. ¿Qué pasará al usarla? Pues resulta que es una de las pocas historias crononautas en la que todo encaja, aunque sea de una futilidad palmaria.
Además de la brillante sencillez de la historia, uno de los mejores detalles es el acento y los modales británicos de la protagonista, Miranda Heath.
Otro para la colección.