Por @Wicho — 30 de noviembre de 2012

[…] Le enseñamos todo lo que sabemos, hicimos todo lo que pudimos por él. Pero ahora tiene que encontrar su propio camino.

Lo vemos en las fotos que toma de si mismo, pero nunca lo tocaremos de nuevo ni tampoco podremos arreglarlo de nuevo nunca. […] Hablamos con él todos los días. Es una extensión de nosotros No podemos ir allí todavía, pero podemos decirle lo que necesitamos hacer.

[…] Es la personificación de nuestro asombro y curiosidad como especie.

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