Por @Alvy — 19 de diciembre de 2019

Clemens Habicht es el creador de este puzle de 1.000 piezas que cambian de color. Es una especie de versión supervitaminada de sus puzles de gradientes de 1.000 y 5.000 colores, pero con la dificultad añadida de que al color de cada pieza cambia dependiendo del ángulo con que se mire.

Según dice, resolver este puzle es «tan satisfactorio como terapeutico», mucho más que resolver un puzle de imágenes normal y corriente. Lo del cambio de color y el tacto del «material especial» debe tener su encanto, y desde luego no parece que lo hagan más fácil de resolver, sino todo lo contrario.

El puzle está impreso en Polonia con un material especial «iridiscente» y mide 68 × 48 cm. Se vende en Amazon (pero en Estados Unidos, no en España) por unos 90 dólares más o menos. Habicht también tiene otros modelos en forma de ruedas de colores y esferas del mismo estilo en una tienda online australiana.

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