En el M.I.T. han desarrollado este brazo robótico llamado FuseBot que es una combinción de hardware y software relativamente inteligente capaz de encontrar objetos en una pila de trastos desordenados aunque no puedan verse. Y ese razonamiento va mucho más allá de los clásicos «pues estará donde tú lo hayas dejado» o el «a que voy yo y lo encuentro» que usaban nuestras madres; es un complejo algoritmo capaz de «razonamientos complejos», según sus creadores.
El brazo encuentra los objetos de dos formas: por un lado, mediante etiquetas RFID (como las de las alarmas de las tiendas) pegadas a los objetos o mediante reconocimiento viual. Eso sí: el «objetivo» no tiene por qué llevar el RFID y ni siquiera ser visible: tal vez esté sepultado por una montaña de otroso objetos inútiles. La forma en que opera es en cierto modo muy humana: primero prueba a quitar algunos objetos de la parte de arriba del montón, los aparta y va observando con la cámara el resto, repitiendo el proceso tantas veces como haga falta. Cuando da con el que podría ser el objetivo, simplemente lo saca con sus pinzas.
Parte de la complejidad del asunto es la combinación de algoritmos y el hecho de que los objetos (muñecos, ropa, etcétera) sean deformables y que puedan acabar con cualquier orientación espacial al mezclarse en una inmensa pila de kippel. Quien no sueñe con uno de estos para que encuentre en casa esos trastos que siempre se pierden y acaban en cualquier rincón o Pila™ no sabe lo que se pierde.
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