Por @Alvy — 24 de mayo de 2017

Puffer es pequeño, flexible, rugoso. Tan duro por fuera que se diría que puede resistir cualquier caída, que no sufre daños. Lo han fabricado en la NASA y quién sabe si algún día rodará por ahí, explorando otros mundos.

Este humilde pero poderoso robot se pliega y despliega para sortear algunos de los obstáculos y estrecheces que puede encontrarse. Esto le permite variar el ángulo de ataque de las ruedas y, por ejemplo, subir empinadas cuestas – es algo así como «subir en cuña».

De hecho su diseño es el de una placa con la circuitería completamente desplegada, que se recoge para tomar su forma definitiva antes de arrancar. Esa misma flexibilidad le permite resistir caídas desde varios metros de altura sin despeinarse.

Puffer podría haber sido inventado por cualquier español, pues de su base sale un palo, que lo mantiene estable por un lado y le sirve de ayuda para impulsarse ante ciertos obstáculos: funciona perfectamente sobre tierra o nieve. Además de eso emplea una batería recargable con energía solar, de modo que solo necesita orientarse hacia el sol para cargar sus baterías a tope.

(Vía IEEE Spectrum.)

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