Por Nacho Palou — 5 de febrero de 2018

Este pequeño robot magneto-elástico es capaz de desplazarse dentro del cuerpo humano. Los nanorobot que miden unos pocos milímetros, o incluso micras, en cualquiera de sus dimensionales pueden acceder a diversas partes del cuerpo humano con distintos propósitos, como la administración precisa de fármacos o la cirugía mínimamente invasiva; también tienen aplicaciones en bioingeniería, como la manipulación de células, y pueden participar en la construcción de nanomáquinas.

Sin embargo, dicen en [PDF] Small-scale soft-bodied robot with multimodal locomotion, los nanorobots existentes tienen una movilidad muy reducida porque son incapaces de negociar obstáculos y cambios en la textura o en los materiales cuando se introducen en entornos no estructurados.

En cambio los robots magneto-elásticos pueden nadar y desplazarse en líquidos; caminar, trepar y rodar sobre superficies sólidas, saltar sobre obstáculos y deslizarse por cavidades estrechas. De este modo un mismo robot puede transitar entre diferentes entornos, líquidos y sólidos, cambiando la forma en que se mueve y, además, recoger y liberar cargas.

Los robots magneto-elásticos contienen partículas magnéticas en un compuesto flexible y son controlados con campos magnéticos externos.

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