Resulta altamente satisfactorio ver a este pequeñajo robótico moverse por el recorrido de la pista a toda velocidad, sobre todo sabiendo que no hay raíles ni nada parecido, tan solo las líneas pintadas en el suelo y un sensor óptico para realizar el seguimiento. Parece tener una velocidad de unos 2-3-4 m/s, que varía según haya más o menos curvas o esquinas que doblar.
A pesar de la desafortunada y graciosa denominación de Kakarobot (que es el nombre del canal de YouTube donde lo vi, procede de Indonesia) es un robot : no sólo no se sale de la pista, sino que es capaz hasta de subir y bajar pequeñas rampas, seguir distintos tipos de trazos (incluyendo intersecciones, líneas punteadas y demás) y hasta hacer rotondas. En las carreteras españolas triunfaría.
Según parece el robot utiliza un controlador PID (proporcional, integral y derivativo) y realimentación para calcular desviaciones entre los valores detectados y los deseados para seguir su camino. El escenario forma parte de la competición de velocidad de robots de este tipo, algo parecido a las competiciones de resolución de laberintos que resultan igual de impresionantes.
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