El grado de inquietabilidad de este robot cuadrúpedo llamado Vision 60 portando un arma automática es 11 sobre 10. Lo he encontrado en un artículo titulado Armed Robots for the U.S. Military en el que el CEO de Ghost Robotics explica poco menos que aquel chiste de que «puedes acariciarlo, que no hace nada».
Básicamente lo que matizan desde la empresa es que los robots armados no son autónomos, sino más bien una especie de «rifle a distancia» que siempre dispara un operador humano. Que no tienen intención de desarrollar IA para armamento, ni siquiera para apuntar a los objetivos. Nada que ver aquí, circulen.
La sensación que dejan estos bishos reconocen que en general es negativa, porque se les puede ver resistiendo golpes, caminando sobre el hielo o apatrullando en las pantanosas aguas de un entorno de pruebas, como en este vídeo. Es curioso que no haya huevos de enseñar en el canal vídeos de el mismo robot con su rifle automático disparando a los objetivos; posiblemente eso no vende mucho. En fin, imaginarlos con sus armas automáticas a la espalda buscando objetivos y que en vez de un operador humano sea un algoritmo el que gestione su autonomía puede que sea el futuro… de pesadilla.
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