Por @Alvy — 19 de abril de 2006

Criptografía 101:

Bueno para matar, malo para cifrar – El recientemente arrestado capo mafioso Bernardo Provenzano abandonó la escuela a los ocho años de edad. Quizás a eso cabe atribuir su ingenuidad -o falta de pericia- a la hora de cifrar mensajes. Los mensajes de Provenzano viajaban anotados en pequeños trozos de papel (conocidos como pizzini en dialecto siciliano) y utilizaban un sencillo sistema de cifrado, en que a la posición de cada letra en el alfabeto italiano se le sumaba un tres (A=4, B=5, C=6…) El método resultaba efectivo para un observador ocasional, pero evidentemente no para la policía, que conocía el sistema al menos desde 2001 (…)
Ese cifrado monoalfabético se conoce como Cifrado César (Caesar Cypher).

No deja de ser simbólico o incluso irónico que el mafioso italiano utilizara el mismo sistema que el emperador Julio César de la Roma de hace más de 2.000 años.

(Vía Kriptopolis.)

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