Una historia genial: El criptólogo Matt Blaze cuenta en su nuevo blog cómo superaron el reto del millón de dólares de la Fundación James Randi, que se ofrecía a quien pudiera demostrar poseer poderes paranormales. Matt Blaze y Jutta Degener emplearon nada más que un poco de lógica y sentido común para encontrar una ingeniosa forma de superarlo, gracias un pequeño fallo en el que incurrieron los organizadores. El resumen es más o menos este (en el original hay muchos más detalles):
Una de las pruebas del reto consistía en adivinar el contenido de una caja cerrada mediante el superpoder de la «visión remota» que muchos videntes dicen poseer. James Randi, conocido divulgador científico enfrentado al mundo de lo paranormal, ilusionista y azote de magufos había escondido hace años «algo» en esa caja fuerte, en un lugar de Florida, de modo que nadie tuviera acceso a ella, lo cual parecía razonablemente seguro.
Naturalmente, para que la prueba se pudiera considerar justa, nadie debe poder acceder a la caja por medios no-sobrenaturales (es decir, robándola, abriéndola o algo parecido) porque eso se consideraría «hacer trampa». Pero, por otro lado, los candidatos estaban en su derecho de exigir algún tipo de prueba a los organizadores, de modo que si alguien hiciera una predicción y resultara correcta, quien tuviera acceso a la caja no pudiera cambiar el objeto por otro con el objetivo de, por ejempo, ahorrarse entregar el premio. Lo que hizo Randi respecto a este compromiso de honestidad fue publicar una descripción cifrada del contenido de la caja. Esa descripción era
0679En el momento de desvelarse el contenido, la organización explicaría qué significaban esos números y cualquiera podría entender que realmente señalaban al objeto en cuestión.
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Esos grupos de números son obviamente todo un reto para un criptoanalista. Blaze y Degener pensaron un poco sobre las cifras y vieron que podrían corresponderse a un ISBN, el número de serie que llevan todos los libros. Encontraron que 0-679-43886-6 es el código del Random House Webster's College Dictionary, 1995 Buscaron esa edición del diccionario en la biblioteca y miraron en algunas páginas que se correspondían con los números. En la página 275 (27\5) la palabra número 14 empezando por el final (-14) era la definición de compact disc. Así que escribieron como adivinación del contenido de la caja
Un pequeño disco plano y circular con superficie reflectante, tal como un DVD o un CD.Lo cual el propio Randi ha confirmado efectivamente es lo que había en la caja.
Esta historia demuestra a la vez varios de los problemas del esquema de compromiso utilizado por Randi: que la función no era «de una sola dirección» (alguien ingenioso podía deducir el original a partir de la poca información suministrada) y que está sujeta a «colisiones»: los organizadores podrían hacer trampa reinterpretando algunos de los números de la descripción, como el «-14 palabras» por «párrafos» o «páginas», o el «página 275» por «página 27, párrafo 5» o algo así, pudiendo así cambiar el objeto por otro sin que nadie lo supiera.
«Declinamos con gentileza aceptar el millón de dólares. Por esta vez.» dijo finalmente Matt Blaze al terminar de explicar cómo superaron el reto.
En realidad ni siquiera se habían presentado oficialmente, simplemente lo «resolvieron» para demostrar el fallo cometido.
(Vía Kottke, también hay algo más de información y enlaces en Kriptopolis, donde hay una de las moralejas más graciosas: «Es curioso que ningún mentalista adivinara tampoco que esos números correspondían a un ISBN».)