Por @Alvy — 1 de abril de 2009
LifeHacker publicó una recopilación de trucos de sus lectores acerca de cómo mejorar las contraseñas que se usan a diario. En cierto modo esto produce el paradójico efecto de que si los malos conocen también los trucos mal vamos, pero supongamos que como no todo el mundo usa estas técnicas irán primero a por las más simples.
En plan rápido, estas serían algunas de las ideas propuestas:
- No usar contraseñas obvias que todo el mundo usa como 1234, qwerty, admin, el mismo nombre que el usuario, el de la novia, mascota y cosas así
- En general se recomienda no usar la misma contraseña en todos los sitios o servicios; hay quien sugiere usar la misma para los sitios poco importantes y distintas para todos los demás
- Inventarse una contraseña memorizándola por los movimientos de los dedos en el teclado, sin mirar a las letras
- Usar las letras y números de serie que tengan algunos aparatos que siempre tengas a mano como contraseña (el iPod, el teléfono o similar)
- El truco de Bruce Schneier: hacer las contraseñas importantes tan complicadas que no se puedan ni memorizar. Apuntarlas en un papel y guardarlas en la cartera. Si pierdes la cartera te darás cuenta enseguida y podrás cambiarlas rápidamente
- Convertir en contraseña una frase que te guste, usando una versión abreviada con sus iniciales. Por ejemplo «Mi primer coche era un Volkswagen del 76» = MPCEUVWD76
- Quienes gestionan grupos de usuario y pretenden hacerles cambiar obligatoriamente la contraseña cada mes o algo así deberían reconsiderarlo: la gente tiende a elegirlas más «fáciles» todavía o en el formato MM/XXXX