Por @Wicho — 20 de Noviembre de 2024

Esta pasada noche ha tenido lugar el sexto vuelo del Starship de SpaceX. En general se puede decir que ha sido un éxito, con varias mejoras en el desarrollo de la misión respecto a vuelos anteriores, aunque ha habido un pequeño retroceso.

El Starship, formado en esta ocasión por el Booster B13 y la Starship S31, despegó sin problemas de la plataforma de lanzamiento de la Starbase de Boca Chica en Texas. La separación entre ambas etapas también se llevó a cabo sin problemas. La Estación Espacial Internacional sobrevolaba el Golfo de México durante el lanzamiento y por lo visto el astronauta de la NASA Don Pettit ha podido fotografiarlo. Las fotos prometen ser espectaculares.

Sin embargo, aunque la intención de SpaceX era volver a capturar la primera etapa con los brazos mecánicos de la torre de lanzamiento, algún problema con ella obligó a que el B13 fue desviado hacia el Golfo de México. Allí hizo un amerizaje perfectamente controlado, lo que una vez más demuestra el perfecto funcionamiento de sus sistemas de guiado. Pero lo que no ha podido probar SpaceX ha sido una captura a más velocidad y con más fuerza que la del quinto vuelo.

Mientras, la S31 seguía en su ascenso hasta colocarse en una trayectoria suborbital que la tenía que llevar a un amerizaje controlado en el Océano Índico. Aunque la empresa no las tenía todas consigo porque, por un lado, usaba una versión del escudo térmico anterior al de la S30 del quinto vuelo del Starship, y por otro, iba a hacer la reentrada con un ángulo de ataque más agresivo, lo que supone mayor temperatura.

Pero antes de esto hubo otro importante avance al conseguir encender uno de los motores Raptor de la nave en el espacio. El encendido de sus motores es fundamental de cara a poder ampliar la envolvente de vuelo y poderla colocar en órbita con la seguridad de que podrá ser deorbitada.

Curiosamente la reentrada y el amerizaje, a pesar de utilizar un escudo térmico más antiguo y maniobras más agresivas, pareció más controlada que la anterior, en especial en lo que se refiere a la aparición de plasma en las uniones de los flaps con el cuerpo de la nave. De hecho el amerizaje fue en el sitio previsto, como demuestra el hecho de que las cámaras de las boyas colocadas para grabarlo lo captaran perfectamente.

La única pega aparente fue el apagado un poco prematuro de uno de los Raptor, aunque fue tan al final que realmente no parece haber afectado al resultado. Eso quizás tenga que ver con que han mejorado la forma en la que instalan el escudo térmico y también con un mejor control de las maniobras.

Este sexto lanzamiento se produjo tan solo 37 días después del quinto. Y es muy probable que el séptimo, teniendo en cuenta que todo ha ido muy bien en él, se produzca aún más rápido. Lo que no tengo claro es que SpaceX pueda alcanzar los 25 lanzamientos del Starship en 2025 que anunciaba Kathy Lueders, la directora de Starbase, hace poco. Aunque la administración Trump desde luego que le va a facilitar las cosas.

SpaceX anunciará en su momento los objetivos de este séptimo vuelo, pero en principio está claro que seguirán en la línea de ir ampliando la envolvente de vuelo del cohete. Elon Musk, por su parte, ya ha anunciado que será en el octavo lanzamiento cuando intenten capturar la Starship con los brazos de la torre de lanzamiento, es de suponer que siempre y cuando todo vaya bien con el séptimo.

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Por @Wicho — 15 de Noviembre de 2024

Un grupo de personas rodean un modelo del satélite en una foto en blanco y negro
Un modelo a tamaño real del Intasat 1 con personas al lado para ver su tamaño – INTA

Tal día como hoy en 1974 un cohete Delta lanzaba desde la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California el Intasat 1, el primer satélite artificial español. Como su propio nombre hace sospechr fue desarrollado por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

Parche de la misiónPesaba 24,5 kg y su forma era la de un prisma recto de 12 lados con 44,2 cm de ancho entre esquinas opuestas y 41 cm de alto.

Llevaba a bordo un único instrumento, una radio que emitía señales de 40 y 41 MHz para estudiar la ionosfera mediante dos antenas de 175 centímetros que salían del centro de la parte superior y de la inferior.

Estuvo activo durante dos años en una órbita era sincrónica al Sol de 1.442×1.459 km de 101,80 grados de inclinación que cruzaba el ecuador el mediodía y a la medianoche.

Se llamaba Intasat 1 porque había intención de lanzar al menos otro satélite en la serie, que hubiera sido el Inasat 2. Aunque al final el presupuesto no dio para tanto y el programa murió sin haber hecho ese segundo lanzamiento.

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Por @Wicho — 5 de Noviembre de 2024

Poco más de doce horas después de su lanzamiento la cápsula de carga Dragon 31 se acoplaba al puerto frontal del módulo Harmony de la Estación Espacial Internacional (EEI). Lleva a bordo unos 2.800 kilos de suministros para la tripulación de la Estación, materiales para esta, y también materiales para experimentos científicos y pruebas de materiales.

Será la primera Dragon que se utilice para subir la altitud de la órbita de la EEI, lo que está previsto para el 8 de noviembre. Para ello encenderá sus motores Draco durante doce minutos. Aunque para ello la propia Estación tendrá que cambiar su actitud –orientación– porque si no se vería frenada, con lo que su altitud bajaría.

Si todo sale como está previsto ya serán tres los vehículos capaces de hacer este tipo de maniobra: las Dragon, las Cygnus y las Progress, que llevan años haciendo.

Fue el lanzamiento con éxito número 400 de un Falcon de SpaceX. La primera etapa del Falcon 9, que volaba en su quinta misión, aterrizó de vuelta en la Zona de aterrizaje 1 de Cabo Cañaveral, con lo que volverá a poder ser utilizada.

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Por @Wicho — 3 de Noviembre de 2024

A media tarde –ya de noche en China– la cápsula espacial tripulada china Shenzhou 18 aterrizaba en la zona de aterrizaje Dongfeng con dos nuevos récords.

Uno, el de misión tripulada más larga, con un total de 192 días y cuatro horas en el espacio, lo que supera los 187 días y unas horas de la Shenzhou 17. Otro, el de Ye Guangfu, quien acumula 374,6 días en el espacio en dos misiones, la Shenzhou 13 y la Shenzhou 18. Es el astronauta chino que más tiempo acumula en el espacio.

Junto con él venían Li Cong y Li Guangsu. Se trajeron con ellos 34,6 kg de carga que incluyen 55 muestras de 28 experimentos biológicos y de materiales.

El paracaídas principal de la cápsula, por cierto, mostraba un agujero durante el descenso. Pero no es la primera vez que esto ocurre. Y en ninguna ocasión hasta ahora ha sido un problema.

Su vuelta a tierra tuvo lugar unos días después de que llegara la Shenzhou 19 a la estación espacial china (CSS) con Cai Xuzhe como comandante, Song Lingdong como piloto, y Wang Haoze como ingeniera. Ha sido el quinto relevo de tripulaciones a bordo la CSS.

Las tripulaciones de la Shenzhou 18 y 19 alrededor de una «mesa» durante la ceremonia de entrega de llaves
Cai Xuzhe recibe literalmente la llave de la CSS –es la que abre las escotillas– de manos de Ye Guangfu – CMSA

Durante su tiempo a bordo Ye y los dos Li completaron unos cien experimentos científicos, llevaron a cabo dos paseos espaciales, e hicieron actividades de comunicación con colegios y similares. Además, durante las Olimpiadas de París, simularon el relevo de la antorcha olímpica y la práctica de deportes en microgravedad.

También dedicaron parte de su tiempo al mantenimiento de la estación, que lleva permanentemente ocupada desde el 5 de junio de 2002 con la llegada de la tripulación de la Shenzhou 14. Aunque la primera tripulación en habitarla fue la de la Shenzhou 12, que llegó a ella el 17 de junio de 2021.

(Algunos datos vía Eureka).

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