Ya hemos hablado en alguna ocasión de las Curta, las calculadoras mecánicas más pequeñas y avanzadas de la historia diseñadas por el ingeniero austríaco Curt Herzstark, y fabricadas entre 1947 y 1970 y vendidas hasta 1973, cuando las calculadoras electrónicas empezaron a ganarles en precio y rapidez de uso.
Son capaces de sumar, restar, multiplicar, y dividir, y si te sabes los algoritmos apropiados –para eso no hay como leerse el manual– también te sirven también para llevar a cabo otro tipo de cálculos, todo ello sin una sola parte eléctrica o electrónica.
En este vídeo se ve cómo funciona una Curta por dentro con toda su complicación mecánica; una verdadera delicia si te apasiona la ingeniería de precisión. Está en inglés, pero los dibujitos se explican bastante bien por ellos mismos. Incluye alguna fórmula, pero no te asustes.
¿Lo malo de las Curta? Que es tal su atractivo que aunque se produjeron miles de ellas hacerse con una supone una inversión de unos 1000 euros; pero por lo demás molan kilos.
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