Por Nacho Palou — 28 de Junio de 2010

Este artículo se publicó originalmente en Cooking Ideas, un blog de Vodafone donde colaboramos semanalmente con el objetivo de crear historias que «alimenten la mente de ideas».

Bokode, etiquetas identificativas capaces, fáciles de utilizar y (casi) invisibles
Distintos tipos de etiquetas identificativas: por código de barras, código QR, BIDI y, en el centro, la etiqueta Bokode (punto rojo), visible prácticamente sólo a través de cámara.

Los códigos de barra codifican información relativa al producto en el que van impresos o adheridos de tal modo que ésta pueda ser leída por máquinas, normalmente a través de un escáner específico o de una cámara. Estas etiquetas identificativas, que se vienen utilizando desde mediados del siglo pasado, permiten automatizar, informatizar y acelerar numerosos procesos de forma relativamente simple y efectiva.

Códigos de barra y etiquetas de identificación

La mejora en la precisión tanto para la impresión como para la lectura de etiquetas ha hecho posibles, desde hace algunos años, el uso de los llamados códigos QR, también conocidos como códigos BIDI o bidimensionales, que consisten en una matriz de puntos más compleja, dispuestos en cuadrado o rectángulo.

En esencia los códigos QR funcionan de la misma forma que los códigos de barra convencionales, aunque pueden almacenar mucha más información que éstos. Son muy utilizados en logística y validación de documentos y también en otras muchas aplicación y también para, por ejemplo, que los teléfonos móviles, a través de la cámara incorporada y disponiendo del programa adecuado, puedan identificar objetos, acceder a información u obtener una dirección de Internet sin que el usuario tenga que teclearla. Sirven también, por ejemplo, para el intercambio de datos personales como permite Barcode Scanner para Android.

Tanto los códigos de barras como los códigos QR son etiquetas de identificación de tipo óptico. Es decir, para poder acceder a la información que contienen deben ser visibles y deben ser captados por un escáner o una cámara a una distancia relativamente cercana con cierta calidad y resolución.

Además de estos códigos existen también otro tipo de etiquetas de identificación que tienen, entro otras ventajas, la de no necesitar permanecer visibles para que la información que contienen sea accesible.

Es el caso de los chips RFID que funcionan por radiofrecuencia y que son los utilizados, entre otras muchas cosas, para la identificación de animales domésticos o como mecanismo antirrobo colocándose en prendas de ropa o a productos como discos o libros con el fin de evitar que puedan ser sustraídos.

Sin embargo, los RFID más comunes son de tipo pasivo -carecen de una fuente de energía propia- y la que necesitan para funcionar la obtienen al recibir una señal de radio emitida por el escáner RFID y que alimenta el circuito integrado. Esa pequeña cantidad de energía es suficiente para que el RFID pueda emitir la información que contiene.

Esa emisión es de muy baja potencia, motivo por el que el alcance efectivo de la información transmitida es casi tan limitado como en el caso de los códigos ópticos, de barra o QR.

Bokode, etiquetas ópticas de mayor alcance

Bokode, etiquetas ópticas de mayor alcance

El MIT Media Lab está desarrollando un tipo de etiqueta óptica llamada Bokode y que por sus características podría situarse a medio camino entre un código de barras o QR convencional y un chip RFID.

Por un lado se trata de una etiqueta óptica. Es decir, debe permanecer visible para ser legible. Pero, como sucede con los chips RFID, no es necesario que sean perceptibles para las personas ni es necesario capturarlos a corta distancia y de forma específica, sino que la información que contiene es accesible siempre y cuando los bokodes sean capturados en la imagen, estática o de vídeo, de una cámara, directa o indirectamente.

De hecho un Bokode (contracción de Bokeh y Code) es prácticamente invisible, imperceptible a simple vista, para las personas. Para éstas no será más que un pequeño punto luminoso.

Bokode hace uso del desenfoque característico que se se produce en una cámara cuando se fotografían puntos luminosos lejanos. Entonces éstos aparecen como círculos borrosos o difuminados.

Estructuralmente los Bokode consisten en un pequeño punto de luz formado por un diodo luminoso o LED (una diminuta de bombilla de apenas unos milímetros de diámetro) colocada tras una pequeña lente en la que hay codificada información en lenguaje binario, es decir, escrita en forma "unos" y "ceros" o como una matriz de puntos. Sea como sea la codificación es casi invisible para el ojo humano. Puede contener mucha más información que cualquier otro tipo de etiqueta o código óptico de los mencionados.

Las etiquetas Bokode pueden ser leídas con una cámara convencional o por la cámara de un móvil a cierta distancia sin necesidad de que estos sean, aparentemente, visibles para ésta. No es necesario que la etiqueta sea el sujeto principal en la imagen ya que el Bokode usa una lente que permite que la información contenida en el Bokode sea visible desde distintos ángulos y distancias, incluso a varios metros.

Esto significa que si, por ejemplo, se coloca un Bokode en un monumento los turistas que lo fotografíen captarán -casi inadvertidamente- información relativa a la obra que posteriormente se podrá extraer con el ordenador ya que éste sí podrá extraer los datos codificados en el diminuto punto de luz.

Otra aplicación tendría relación con la vista de calle de Google Maps (Street View). Los Bokode serían capturados por las cámaras montadas en los coches de Google. A efectos del usuario las imágenes aparecería como fotografías convencionales, pero de nuevo un ordenador podrían detectar y extraer la información contenida en los Bokodes. Esta información puede estar relacionada con el entorno -incluyendo el ejemplo del monumento- o relativa a los distintos comercios y negocios capturados en las imágenes.

Los Bokodes se presentan por tanto como una interesante idea con numerosas posibilidades. Sin embargo, según los investigadores que desarrollan este tipo de etiquetas su funcionamiento aún no está exento de inconvenientes. Por ejemplo, aunque su funcionamiento es más que aceptable incluso con luz ambiente su eficiencia puede verse afectada en caso de que el total de la imagen aparezca totalmente nítida o sea capturada sin suficiente resolución.

En cualquier caso Bokode es una aproximación a las nuevas necesidades que facilita la forma de acceder al contenido de etiquetas identificativas utilizando dispositivos comunes que prácticamente se encuentran ya en el bolsillo de cualquier usuario, como cámaras de fotos y teléfonos con cámara.

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