Esta prótesis llamada BeBionic3 es tan realista y tiene tanta precisión que su dueño puede teclear en el ordenador, pelar unas patatas o incluso partir un huevo.
Pero lo que puede aterrar a muchos es que ya hay gente planteándose reemplazar ciertas partes de su cuerpo por injertos mecánicos, una especie de piercing a lo bestia en el que el cuerpo se modifica para dar paso a un híbrido biónico «superior». Cámaras, pantallas y otros elementos buscan hacerse un hueco fusionándose con la carne. Y es que se empieza por un agujero en la nariz y se acaba con unos leds en el ombligo, un mini-display LCD en la muñeca… o, por qué no, pidiendo que te cambien una mano a lo Skywalker.