El cañón de riel es un concepto literalmente más viejo que el TBO, y probablemente muchos lo conocemos más por películas como “Eraser” o videojuegos como “Quake” o “Metal Gear Solid”. Recientemente, según Wired, la Armada de EE UU ha desbloqueado el logro de hacer funcionar uno de estos cañones de forma efectiva, eficiente y segura lanzando un proyectil de 10 kg a Mach 7 —siete veces la velocidad del sonido, unos 8.000 km/h.
La principal diferencia entre un cañón convencional y un cañón de riel es que el primero recurre al uso de explosivos para lanzar el proyectil. En cañón de riel en cambio recurre a una serie de electroimanes situados a lo largo del cañón: al hacer circular una corriente eléctrica de miles o millones de amperios entre ambos rieles y pasar ésta a través del proyectil (de la carcasa que lo encierra y que se desprende a la salida, como se puede ver en el vídeo) se provoca que éste se desplace horizontalmente a gran velocidad. «Gran velocidad» puede ser tanto como 20 km/s para proyectiles pequeños.
Éste de la Armada puede lanzar un proyectil a 160 km de distancia a una velocidad de 2,2 km/s; la energía cinética de un proyectil disparado con un cañón de riel es tal que «no es necesario que lleve carga explosiva para causar daños iguales o superiores a los que causará un proyectil con explosivos de una masa mayor» resultando además en proyectiles más baratos, «25.000 dólares la unidad comparado con los entre 500.000 y 1,5 millones de dólares que cuesta un misil convencional».