Por @Alvy — 23 de febrero de 2015

En esta demostración de cómo funcionan los diversos componentes de las redes de fibra óptica se puede ver con total claridad cómo se comporta la luz en el interior de una fibra óptica. El típico fenómeno curioso, un poco intrigante y que tiene pinta de dar gustirrinín a la vez, como explotar papel burbuja.

Para la prueba se utiliza un rodillo de plástico/fibra notablemente grande y dos punteros láser de diferentes longitudes de onda (colores). Curiosamente (¡gracias Antonio!) lo que se ve es «la pérdida»: mientras uno de los colores láser se pierde más en la fibra dibujando sinuosas curvas en su interior, el láser rojo apenas tiene pérdidas y por eso apenas se ve cerca de la superficie al principio. (En primera instancia podría parecer lo contrario.)

Este fenómeno es conocido como la atenuación de la señal, en este caso de la luz láser, debido a la forma en que interactúa con el medio (aquí, el tubo).

Resulta también curioso –y primitivo a la vez– ver cómo en la preparación del tubo hay que lijar uno de los extremos para que la luz pueda entrar, que es el mismo procedimiento y material que se utiliza para preparar y empalmar los finos cables que hay en las redes de los hogares y las empresas, a los que quizá estamos más acostumbrados.

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