Por @Alvy — 6 de febrero de 2020

1917 | Universal Studios/Amblin

Supongo que a estas alturas ya no es un spoiler hablar de 1917. Pero como a continuación van algunos detalles de lo que sucede en el largometraje (sin desvelar nada relevante, eso sí), por si caso aviso. Y antes de que se me olvide: la espectacular película de Sam Mendes no sólo merece una inmersión total en la sala más grande y con el sonido más potente a la que tengas acceso (yo la vi en IMAX + Dolby Atmos y todavía me retumba la cabeza). Es que es una gran historia y una auténtica proeza técnica digna de ver y repasar.

El caso es que una de las muchas cosas que me dejaron pensando al salir de la sala fue… «Muy bien: toda la película trata de unos soldados que tienen que atravesar senderos plagados de muerte y destrucción y sortear grandes peligros para entregar un mensaje. ¿Cómo podrían haber enviado ese mensaje en ese momento del año 1917 sin correr tanto riesgo? ¿Y por qué no lo hacen?»

TL;DR: La respuesta a la última pregunta la resuelven literalmente al principio de la película, cuando los oficiales explican la misión a los soldados:

(…) y no podemos avisarles por otro medio; como regalo de despedida el enemigo ha cortado todas nuestras líneas telegráficas.

Ahí está. Fin de la historia: no avisan porque las líneas están cortadas. Muy adecuado, porque si no, no habría película. De hecho no es ninguna exageración pillada por los pelos: parece que era algo común, tal y como citan en este estupendo artículo de Smithsonian Magazine: The True Story Behind the ‘1917’ movie:

Las líneas de cable y teléfono ya se usaban durante la Primera Guerra Mundial, pero el bombardeo de la artillería pesada hacía que los cables resultaran destruidos a menudo, como sucede en la película.

Ahora bien, ¿no había otros medios? ¿Y la telegrafía sin hilos?

Un poco de historia

El primer telégrafo comercial data de 1837 más o menos; en 1844 Morse ya usaba su versión para transmitir con el código alfabético que lleva su nombre. De hecho a partir de 1850 había cables telegráficos submarinos. Sobre el teléfono, por otra parte, Bell ya hacía demostraciones en 1876 y hacia 1878 se podría usar a largas distancias. En 1915, de hecho, había hasta líneas transatlánticas. Dicen que durante la Gran Guerra los británicos no sufrieron ninguna interrupción en sus líneas submarinas, mientras que se dedicaban a cortar las de los Alemanes por todo el mundo.

Todo esto deja claro que en 1917 tenían sus telégrafos y teléfonos –más o menos fiables– pero como explican en la película y era habitual las líneas estaban cortadas.

En 1893 Nikola Tesla ya estaba jugueteando con las radiofrecuencias y en 1894 Marconi también hacía experimentos con ondas hertzianas. Es sabido que a Marconi le dieron la patente en 1896, mientras que Tesla se siguió dedicando a sus locos experimentos, no sin antes ver cómo troleaban a Marconi en sus demostraciones. En los siguientes años la radio y la telegrafía sin hilos avanzarían bastante. Sin ir más lejos en 1912 el Titanic iba equipado con un equipo de radiotelegrafía de 1,5W y 1.600 km de alcance, aunque necesitaba una habitación para alojarlo y antenas de cientos de metros. Eran los transmisores de chispas creados por Marconi; el wifi primitivo de la época.

Qué tecnología de comunicaciones había en la Primera Guerra Mundial

Quizá los artículos más afinados respecto a todo esto sean Wireless Telegraphy y el más genérico Communications Technology en la International Enciclopedia of the First World War. Allí se explica que la telegrafía sin hilos fue parte integral del conflicto a partir de 1918, gracias a lo rápido que avanzó.

Hasta 1920 no se usaría de forma generalizada para transmitir voz y de hecho desde 1916 existía una versión que cifraba la comunicación, el Fullerphone inventado por Algernon Fuller (combinando voz + telegrafía). Pero la cuestión que nos ocupa es cuál era el estado de todo esto exactamente en 1917, que es cuando transcurre la película. Según dicen, en 1917-1918 esta tecnología «ya se usaba ampliamente, tanto en el campo militar como para transmitir las noticias.»

Sin embargo, hay más detalles interesantes. En batallas como la de Somme de 1916 todavía se utilizaban principalmente cables, y cuando eran destruidos entonces «la telegrafía sin hilos mostraba su valía», así que se deja entrever que era algo medianamente disponible. También especifican que hacia mediados de 1917 las fuerzas británicas y francesas habían fabricado «varios cientos de equipos de onda continua (CW) con alcance de unos 11 km o más», algo decisivo en Cambrai en 1917 y en Le Hamel en 1918.

Nos vamos acercando: la película transcurre un poco antes de «mediados de 1917» más exactamente el 6 de abril de 1917.

Marconi 1.5 kW Field Set (MWT)Un equipo de campo Marconi (MWT) de 1,5 kW (circa 1915)

De este modo que todo se encajaría felizmente: no usan telegrafía sin hilos porque puede que entonces no se hubieran fabricado suficientes equipos como para que hubiera uno en el lugar de la batalla, al norte de Francia. O puede (menos probable, dado lo precario de la situación) que como eran muy fáciles de interceptar por el enemigo prefirieran no usarlo.

Pero hay quizá una explicación más plausible. Aquellos equipos de telegrafía sin hilos no eran para nada como los actuales. Eran enormes y muy pesados, «no particularmente portables» como dicen en la enciclopedia. Algunos eran grandes y pesados como una nevera; incluyendo su generador eléctrico, y se transportaban en carros. También dicen que eran relativamente poco fiables y que su alcance dependía mucho de las condiciones atmosféricas.

Lo más probable pues –y esta es mi teoría, que conste– es que dado que el 2º batallón de Devons británico estaba en pleno avance, quizá hubieran preferido no llevar un equipo de telegrafía sin hilos tan pesado y poco fiable en su primer ataque.

Esto encajaría bien con todos los aspectos comentados: el tipo de equipo, su disponibilidad en el momento exacto en que transcurre la batalla y las dificultades de operarlo. Pero además de eso, sabemos que la película no es exactamente histórica ni documental, aunque cuida los detalles. Quizá por eso añadieron el diálogo sobre las «líneas de comunicaciones cortadas». Si se piensa, de haber podido transmitir desdel cuartel general un mensaje al 2º Batallón de Devons en morse… no tendríamos película, y hubiera sido toda una pena.

§

Actualización (7 de febrero de 2020) – Muy interesante también este artículo que nos envió muy amablemente @LorenzoFerrero y que se publicó en La Opinión de Zamora: 1915: Sayago en la onda. Es la historia de cómo en aquel año se realizaron pruebas de estos equipos de radiotelegrafía móvil de Marconi en nuestro país y las dificultades del asunto:

Hasta Zamora se desplazaron, vía ferrocarril, tres estaciones radiotelegráficas de campaña con sus respectivos mandos y operadores. En total siete hombres para manejar una estación automóvil (de la casa Marconi) y otras dos instaladas en sendas motocicletas. Se trataba de comprobar las «pruebas de recepción» a las que acababan de ser sometidas las estaciones recién llegadas de «Norteamérica».

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