Desde el departamento de robots con patas (sic.) del Laboratorio de Sistemas Autónomos de la Universidad de la Universidad de Zurich llegan estas extrañas criaturas que aunque parezcan simpáticas y divertidas también pueden resultar un tanto intrigantes. Lo cierto es que son como el Batman y el Robin de la robótica.
La idea del concepto de navegación colaborativa es que los robots trabajan en equipo: el dron examina previamente el lugar desde el aire y lo mapea completamente; entonces el robot con patas puede maniobrar para llegar a donde sea necesario, pero sin necesidad de tantos sensores como suele ser habitual. El vídeo muestra primero el vuelo del dron y luego (a cámara rápido x8) los movimientos del robot.
No es difícil imaginar escenarios en los que este concepto resulte práctico, por ejemplo a la hora de trazar una ruta sin perder tiempo en un espacio abierto, o comprobar si el robot puede realmente llegar a ciertas zonas dependiendo de su altitud y desnivel.