Por @Alvy — 28 de Abril de 2015
A más de uno se le quedará una sonrisita cuando vea los efectos de un bug en el código que controla las comunicaciones (IEEE 802.15.4) entre estos drones - básicamente los deja «congelados» durante dos segundos. Pero si además de eso se une a otro efecto que en este laboratorio no habían calculado hasta ahora que hace que si se quedan «tiestos» se ponga a potencia máxima los motores par intentar salvar la situación... ¡Plof!
Bueno, dejémoslo en que de momento Drones, 0 vs. Humanos (y sus bugs), 1. Y no pensemos en el software que controla otros aparatos más grandes.