Por Nacho Palou — 26 de enero de 2012

La idea de un vehículo plegable para que ocupe menos espacio cuando no se utiliza no es nueva.

Pero la aplicada en el vehículo eléctrico Hiriko, que es fruto -a pesar de su nombre de "armónico japonés" es "urbano" en euskera- del consorcio vasco del mismo nombre, con sede en Vitoria-Gasteiz y el Gobierno Español y en el que ha participado el MIT Media Lab aportando su proyecto CityCar, podría ser el primero en convertirse en realidad.

Según los planes de la empresa el vehículo empezará a comercializarse en la primavera de 2013. De momento ya está en marcha en Vitoria-Gasteiz la producción inicial de 20 unidades para pruebas. En 2020 la producción sería de 25.000 unidades al año.

Resulta raro, por decir algo, que para ser un proyecto tan adelantado no haya nada de información sobre las características del vehículo, ni siquiera las medidas, en la web del fabricante. Tampoco he conseguido encontrar información "oficial" sobre autonomía, tiempo de carga y prestaciones de ese modelo concreto.

Tampoco se indica el precio de venta o la modalidad de comercialización, aunque algunos medios hablan de 12.500 euros en venta a particulares.

Pero al parecer la autonomía serían 120 km, el tiempo de carga 15 minutos -me parece demasiado corta pero sería posible tal vez con enchufe específico- y la velocidad máxima estaría limitada a 50 km/h "por cuestiones de seguridad".

Con esa velocidad máxima no puede circular por autopistas. Tampoco podría porque al parecer no es un turismo: según la Wikipedia el Hiriko está homologado como cuatriciclo, igual que el modelo Urban 45 del Renault Twizy (~5.000 euros más 50 euros al mes de alquiler de la batería).

En ese caso -como sucede con el de Renault- no es necesario carnet de coche porque no sería un coche. Por H o por B su utilización está totalmente limitada a las calles de la ciudad.

El Hiriko dispone de algo de maletero y dos plazas a las que se accede por el frontal, de forma similar a como se hacía en el Isetta, aquel vehículo de origen italiano que fabricaron distintas marcas -BMW entre ellas e Iso en variante autocarro en España- en el decenio entre 1950 y 1960.

Tampoco se explica si estos coches deberán aparcar en zonas específicas, con enchufe y sin riesgo de que el coche que aparque detrás se acerque tanto que impida que el Hiriko pueda desplegarse.

Esto probablemente se puede evitar aparcando de forma perpendicular "obligatoriamente", algo que sería posible por su corta longitud como ya sucede actualmente con el Smart ForTwo. De otro modo no se gana espacio si hay que reservarlo para el despligue.

En cualquier caso hasta que no haya del orden de cientos o miles de ellos en las calles el espacio liberado por su característico plegado será inapreciable en comparación con el ocupado por el resto del parque automovilístico.

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