Los vehículos aéreos personales (PAV —que en español suena un poco como la onomatopeya de porrazo) vienen a ser un poco los famosos “coches voladores” de toda la vida, de esos que se suponía a estas alturas formarían ya parte de nuestras vidas.
Pero como no es así y para potenciar su desarrollo la NASA ha organizado un concurso con dos millones de dólares en premios, al estilo del X Prize. En esta ocasión está coordinado por CAFE Foundation, una organización que lleva ya unos años apostando por el desarrollo del transporte aéreo personal.
El objetivo que se persigue es el desarrollo de vehículos pequeños, ligeros y personales con capacidad de vuelo con despegue y aterrizaje inmediato, casi vertical, y que sea capaz de llevar a unas pocas personas de puerta a puerta al menos tres o cuatro veces más rápidamente de lo que es posible ahora con aviones o coches. Además deben ser vehículos más económicos y mucho menos contaminantes que los actuales.
Algunas características implícitas a los Vehículos Aéreos Personales serían:
- Vehículo capaz de alcanzar entre 240 y 320 Km/h sobrevolando el tráfico [el problema será cuando todos los vehículos sean capaz de levantar el vuelo sobre el tráfico... a la vez]
- Silencioso, seguro, cómodo y fiable.
- Debe ser tan simple como conducir un coche.
- Y tan asequible como viajar en coche o avión.
- Altamente eficiente en el consumo de combustibe y capaz de funcionar con combustibles alternativos.
- Con una autonomía de hasta 1.300 kilómetros.
- Capaz de operar en pistas cortas, realmente cortas.
El primer desafío anual se celebra durante estos días y ya hay 250.000 dólares de premio para las primeras propuestas que se ajusten a los requerimientos y a las reglas del concurso. A ver si sale algo interesante que sea capaz de dar un nuevo significado a la expresión “me voy volando”.
(Vía Danger Room.)