Tras casi 10 años de construcción el nuevo cofre de acero de la central nuclear de Chernóbil está por fin en su sitio para mantener a raya, dentro de la medida, la radiación que aún se acumula entre sus restos mientras estos son retirados; el interior del arco incluye equipos para poder desmontar lo que queda de la central.
Con un peso de 25.000 toneladas, 108 metros de altura por 150 de ancho y casi 260 de largo es la estructura más grande que nunca se haya movido en tierra, ya que fue construido a algo más de 300 metros de distancia de la central para proteger a los operarios.
Eso sí, ha costado más 2.000 millones de euros frente a los 500 de los que se hablaba en 2007.
En Chernobyl confinement: the story se puede ver la historia de la construcción de este cofre de acero que el fabricante asegura que podrá mantener la estanqueidad durante al menos 100 años.