Nuestro amigo Gali nos hizo llegar este curioso vídeo del departamento de tecnologías viejunas en el que Alec de Technology Connections muestra un rarísimo «monitor portátil profesional» de 6 pulgadas de JVC modelo ADP-50VB que emplea una tecnología llamada LCCS, una especie de híbrido entre LCD y CRT con imágenes en blanco y negro que acaban viéndose en color. Tan rara y poco habitual es eso del LCCS que no solo ya no existe, sino que apenas hay referencias, ni página en la Wikipedia ni nada más allá de algunos manuales técnicos y algún párrafo de referencia histórica.
Y es que tal y como se ve en el vídeo ese monitor color emplea un tubo de rayos catódicos (CRT) en blanco y negro (WTF aquí) al que mediante un ingenioso sistema se superpone otra pantalla intermedia, algo similar a la tecnología de algunos modelos de gafas 3D de los cines. Técnicamente esa pantalla intermedia que se superpone es un LCCS (Liquid Crystal Color Shutter), una lámina que puede dejar pasar la luz en sus componentes rojo, verde o azul. Lo mejor es que puede sincronizarse con el tubo monocromo para hacerlo de forma rápida e invisible para el ojo. De modo que lo que se «proyecta» en realidad son tres imágenes: roja, verde y azul en rápida sucesión. La persistencia de la visión hace el resto. (Como este monitor JVC es del año 2000 además lleva bastante electrónica complicada para convertir de PAL/NTSC a ese formato en el que se descomponen las tres imágenes monocromas por colores y luego se proyectan sucesivamente de forma sincronizada).
Lo curioso es que esta tecnología es bastante vieja: data de 1939. Y ni siquiera la inventó JVC sino un ingeniero húngaro de la CBS llamado Peter Carl Goldmark. Desde entonces se ha utilizado no en emisiones de televisión, pero sí en algunos proyectores de vídeo e incluso en las salas de los cines, donde se adaptó con otro componente llamado DMD (Digital Micro-mirror Device) que produce un característico «efecto de arcoiris» cuando se mueve físicamente el aparato.
Originalmente el efecto propuesto por Goldmark se conseguía electromecánicamente: con filtros de color rojo-verde-azul y una rueda giratoria movida por un motor. En la época de la guerra de las tecnologías de la TV en color era la propuesta de la CBS; era más barato y daba buen resultado. Pero por desgracia no era compatible con las emisiones en blanco y negro de entonces. De modo que el que triunfó fue el sistema de la RCA, donde la señal era compatible y se añadía el color en la misma señal mediante trucos matemáticos e ingenieriles (acabó siendo el NTSC en 1941).
El modelo moderno tiene una patente de Tektrokix, que probablemente es la que utilizó JVC. Aunque el color no es del todo fiel el resultado no está nada mal –por ejemplo para videojuegos– y sobre todo tiene la ventaja de que se ve estupendamente con luz directa y en el exterior; de ahí que se recomendara como «monitor profesional portátil» para trabajos de campo. Por desgracia la tecnología LCSS era muy cara, sólo era práctica en tamaños pequeños y cuando los monitores LCD/LED/OLED se popularizaron con píxeles más pequeños y pantallas más grandes podemos decir que el LCSS simplemente no lo consiguió.
Actualización – Hay más detalles todavía en un artículo de Hack-a-day: Sharpest color CRT display is monochrome plus a trick. (¡Gracias @d_m_iz!)
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