Este artículo se publicó originalmente en Cooking Ideas, un blog de Vodafone donde colaboramos semanalmente con el objetivo de crear historias que «alimenten la mente de ideas».
Peter Jellitsch es un artista austríaco que ha acumulado unos cuantos trabajos a lo largo de su carrera, incluyendo algunos que están expuestos en el MOMA, el famoso Museo de Arte Moderno de Nueva York. Uno de ellos tiene una componente tecnológica interesante: trata sobre la forma de entender lo que no vemos, de hacer visible lo invisible: el Wi-Fi.
Al igual que con otro tipo de ondas electromagnéticas y a diferencia de la luz visible, el Wi-Fi se transmite en una banda del espectro que resulta invisible a nuestros ojos. Su potencia es tan débil que tampoco notamos sus efectos en nuestros cuerpos –por mucho que algunos se empeñen– de modo que al igual que las ondas radio o televisión es difícil concebirlo como algo físico como pueda ser el agua o el aire.
Jellitsch planteó su trabajo, titulado Los documentos de Bleecker Street como una forma de interpretar esas señales invisibles. Anteriormente ya había descrito algo llamado topografías electrónicas para mostrar cómo se puede entender la cobertura de las antenas de telefonía desplegadas en las ciudades como mapas en relieve.
Pero lo más interesante de su obra sobre el Wi-Fi no es el resultado – que tiene el sencillo aspecto de un pequeño mapa topográfico, con el router en el centro –donde la señal es más poderosa– sino precisamente el viaje que le llevó hasta él.
Para construir el mapa comenzó por leer y documentar cómo funciona el fenómeno que estaba estudiando. Después anotó metódicamente durante 45 días los datos relativos a las frecuencias y potencia captadas por un instrumento receptor en diversos puntos de su estudio. Finalmente convirtió los datos en un mapa 3-D con un programa de diseño tridimensional y cortó las piezas con una herramienta CNC automática.
A cada paso realizó fotografías de los diversos elementos en su estudio en Bleecker Street, que es lo que en realidad forma la obra de arte completa: el fragmento (A) son las fotos de las explicaciones sobre cómo se propaga el Wi-Fi; el fragmento (B) los datos originales tal y como se midieron y el fragmento (C) el montaje 3-D.
De cada uno de los detalles de la obra hay meticulosas descripciones sobre el material utilizado, los tamaños y cómo se obtuvieron y reprodujeron los datos. Toda una explicación paso-a-paso de un viaje íntimo para el cual no hizo falta siquiera salir de la habitación.
{Fotos (C) Peter Jellitsch – Nueva York/Viena, 2011/2012}