Los neumáticos Air Free Concept desarrollados por Bridgestone prescinden del aire sometido a presión para soportar el peso del vehículo. En su lugar hacen uso de una estructura de radios fabricados con materiales flexibles (resinas y gomas) a lo largo del interior de la banda de rodadura. El resultado es una rueda ecológicamente más eficiente y con menor resistencia a la rodadura que además es inmune a los pinchazos.
Bridgestone comenzó a desarrollar el concepto de neumáticos sin aire en 2013, y está adaptado la idea a diversos tipos de vehículos, comenzando por modelos para vehículos ultraligeros, caso de las bicicletas, en 2018.
El fabricante japonés creer que pueden lograrse mejores niveles de seguridad y de la gestión de los recursos empleados en la fabricación de los neumático maximizando el ciclo de uso de los materiales empleados en la fabricación de estos neumáticos, que una vez utilizados pueden recuperarse casi en su totalidad para a fabricar nuevos neumáticos.
Buena parte de la energía destinada a hacer girar un neumático se pierde debido a la resistencia al avance causadas por los repetidos cambios de forma de los neumáticos convencionales al rodar, aseguran desde Bridgestone. Esta nueva generación de neumáticos sin aire reduce de forma significativa esa pérdida de energía, lo que contribuye a reducir las emisiones de CO2 en vehículos a motor.