En la EPFL están trabajando en este material que es una especie de piel artificial con retroalimentación háptica. Dicho así puede sonar un poco trabalenguas, pero es simplemente un tejido plástico similar a la piel que puede vibrar, algo que puede recrear la sensación del tacto.
Lo interesante es que haciéndolo vibrar en diferentes lugares a diferentes velocidades (hasta 100 veces por segundo) proporciona esa «retroalimentación» al cuerpo humano tan característica de la piel. La respuesta se adapta instantáneamente y acompaña a los movimientos de los dedos y otras partes del cuerpo. Dicen que puede ser interesante tanto para rehabilitación médica como para entornos de realidad virtual.
Un poco a lo traje de feedback de última generación a lo Ready Player One sí que parece, aunque todavía esté muy lejos de convertirse en un producto comercial.
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