Mientras trabajaba junto con otros para definir un sistema que permitiera a los móviles trasmitir y mostrar mensajes de texto, «a solas en una habitación de su casa de Bonn, Alemania, Friedhelm Hillebrand escribía a máquina frases y preguntas al azar en una hoja de papel. Según lo hacía, Hillebrand contaba el número de letras, números, símbolos de puntuación y espacios en la página. Cada frasecilla tenía una línea o dos y casi siempre menos de 160 caracteres. Ese se convirtió en el número mágico de Hillebrand...»
Luego se le ocurrió utilizar un canal secundario de radio que ya existía para transmitir información acerca de la fuerza de la señal e información sobre las llamadas para transmitir esos mensajes, y aunque al principio sólo parecían caber 128 caracteres al final él y su equipo se las ingeniaron para meter 160 caracteres renunciando a algunas letras, símbolos y números.
Después quedaba ver si el mercado lo usaría, pero con los millones de SMS que se envía cada día, ha quedado patentemente demostrado que sí. [Fuente: Why text messages are limited to 160 characters vía Slashdot.]