Hay un equipo de ingenieros en la Universidad de Michigan que se dedica únicamente al desarrollo de sistemas de locomoción bípedos: algoritmos de control capaces de hacer funcionar correctamente el par de piernas de un robot o las prótesis motorizadas de pacientes paralíticos o amputados.
Según se explica en Watch this 2-legged robot conquer an obstacle course - Futurity el robot de nombre Marlo no tiene sensores en las piernas ni en los pies. En cambio, el sistema de sí que mide y tiene en cuenta los ángulos y la inclinación que tienen a cada instante las juntas y articulaciones de la rodilla, la cadera y el torso. Con esos datos los algoritmos estabilizan el conjunto.
Aparte de un par de piernas no hay nada más en el robot; no tiene sistema de visión artificial ni sensores con los que pueda anticipar el estado del suelo que está a punto de pisar. La idea es que el método desarrollado ayude a «acelerar el proceso para lograr que otros robots caminen de forma estable», explican.
Por ahora el desarrollo se encuentra en una fase inicial con numerosas limitaciones pero con resultados prometedores logrando un caminar más o menos fluido y natural sobre terreno irregular y terreno desconocido. El equipo espera tener en verano una versión más avanzada y capaz de su modelo matemático.
Aplicando el mismo algoritmo, el bioingeniero Robert Gregg, de la Universidad de Texas-Dallas, espera incorporar la habilidad de Marlo para caminar sobre terreno irregular en sus prótesis motorizadas, de tal modo que los pacientes puedan caminar de forma natural sin tener que preocuparse demasiado por la superficie que pisan, ni siquiera cuando esté nevado.