Por @Alvy — 30 de octubre de 2012

Robot-Pingpong-1

Este robot que juega al ping-pong recibe el entrenamiento previo de una persona: guarda los movimientos como una serie de posiciones y fórmulas y es capaz de reutilizarlas al jugar solo, cuando sus cuatro cámaras de vídeo detectan situaciones similares. Si lo que está viendo no se corresponde con lo aprendido, es capaz de improvisar y con ello «aprender».

Tal y como se puede leer en mi artículo para RTVE.es, con tan solo una hora de entrenamiento puede devolver casi el 90 por ciento de las pelotas que se le lanzan, lo cual le hace mejor jugador que la mayor parte de los humanos… aunque no tenga en cuenta los efectos que se le pueden dar mediante rotación a las pelotas.

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar