Por @Wicho — 6 de abril de 2009

Si Internet, como dijo en su momento el senador Ted Stevens, es una serie de tubos, los tubos neumáticos que desde mediados del siglo XIX se utilizaron en muchas ciudades por todo el mundo para llevar de un lugar a otro documentos y pequeños paquetes, e incluso personas en algunos casos, tienen que ser los verdaderos tubos de comunicación originales.

Transporte neumático de personas
Transporte neumático de personas en el American Institute de Nueva York, 1867 [original en la Wikipedia]

Molly Wright Steenson está completando su doctorado en arquitectura en la Universidad de Princeton, y muy probablemente su tesis estará basada en este tipo de sistemas y su utilización por parte de los servicios de correos y su relación con los espacios de trabajo y edificios que los albergaban, un tema sobre el que habla en este vídeo de la serie Ignite (5 minutos, 20 diapositivas que cambian automáticamente cada 15 segundos):

Ver vídeo
Ignite: Molly Wright Steenson - A Series of Tubes, EP 7 [YouTube 6:27, disponible en HD]

Se centra básicamente en el sistema que se utilizaba en París, que al principio servía para evitar las congestiones del sistema telegráfico llevando los telegramas de manera física de un lado a otro, llegando a alcanzar en 1953 una extensión de 450 kilómetros para mover 11 millones de ítems al año, pero menciona también alguno más.

Explica también cómo se utilizaba aire a presión para empujar los contenedores y al mismo tiempo se hacía el vacío por delante de ellos para ayudarles a moverse, como disparando una pistola y midiendo el tiempo que tardaba el eco en volver se podía determinar con una precisión de unos dos metros donde había una obstrucción en los tubos, o como con el tiempo, según se fue desarrollando la tecnología, llegó a haber terminales de sobremesa que permitían enviar y recibir mensajes mediante este sistema desde cada puesto de trabajo individual.

A poco que lo pienses, muchos de los conceptos que usaban estos sistemas se usan en Internet hoy en día como son el de enviar la información por rutas alternativas si una está congestionada, dividirla en paquetes si esta es demasiado grande, encaminar estos paquetes a través de hubs de distribución, etc.

Sorprendentemente, aunque se trata de una tecnología con siglo y medio de existencia aún se sigue utilizando en algunos bancos a los que se accede en coche o en muchos hospitales para repartir medicamentos desde una farmacia central a las plantas o a los puestos de las enfermeras, e incluso en Praga estuvo en uso un sistema de tubos neumáticos por parte de gobierno, bancos, y medios de comunicación hasta 2002 cuando las fuertes inundaciones que sufrió el centro de Europa lo estropearon, aunque se está trabajando en volver a ponerlo en marcha.

Hay más información sobre estos sistemas en Postal services and pneumatic tubes y Pneumatic post in Paris, otros dos textos de la misma autora.

(Recibido por los intertubos desde Boing Boing.)

Actualización: José Ramón Ricondo nos cuenta que estos tubos también se usan en la actualidad en los barcos de guerra para el envío de documentos y mensajes entre las distintas secciones de manera rápida; Rogelio nos recuerda que también podemos verlos en acción en todos los establecimientos Hipercor y Corte Inglés, donde todas las cajeras tienen un tubo neumático junto a la caja registradora; y Elzo, que ya habló del tema en Correo neumático, menciona su uso intensivo en Futurama, donde una inmensa red de tubos neumáticos conecta todas las oficinas en Nueva Ciudad de Nueva York a la «burocracia central», lugar en el que todas las cápsulas son depositadas directamente en una gran pila en una enorme sala.

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