Con este robot desarrollado por la compañía japonesa Schaft, que pertenece a Google, sucede un poco como con el robot Tars (y sus gemelos, Case y Kipp) de la película Interstellar: a primera vista el aspecto puede resultar extraño e incluso poco atractivo --muy probablemente debido a lo inusual de su morfología tratándose de seres bípedos-- pero en acción te convencen de que su estructura es correcta.
La morfología humana no es la más adecuada para caminar sobre dos extremidades y si quieres estabilidad --en un vehículo, por ejemplo-- las partes y elementos de mayor peso hay que ponerlos tan cerca del suelo que sea posible, caso de la carga (mejor en el maletero que en la baca del techo) o de las baterías en un coche eléctrico, que suelen ir bajo el suelo.
Así que tal vez un robot bípedo debe renunciar a su aspecto humanoide aunque sea de manera temporal para ganar en estabilidad y agilidad en determinados momentos y situaciones. Y ese cambio de morfología y adaptación es lo que hace precisamente el último robot bípedo que la japonesa Schaft ha presentado recientemente en el NEST 2016, en Tokio, que, como sucedía con Tars, es todo patas, básicamente.
Fotografía @RakutenToday
En IEEE Spectrum, Schaft Unveils Awesome New Bipedal Robot at Japan Conference
El robot puede subir escaleras, cargar con 60 kg de peso y mantener el equilibrio aunque pise sobre un tubo de metal. Puede avanzar en espacios estrechos cambiando la posición de sus patas con respecto al cuerpo y es capaz de pasear al aire libre sobre terreno irregular, arena de playa, rocas y nieve.
Lamentablemente, por ahora no hay mucha más información sobre este robot -- ni cuestiones técnicas ni si es parte del desarrollo de un producto específico o, mejor dicho, de cuál o de qué tipo. «No se trató de una presentación de producto. El equipo de Schaft únicamente disfrutó la ocasión de mostrar públicamente sus progresos» durante la conferencia dada por Andy Rubin, uno de los fundadores de Android, encargado del desarrollo de robots en Google.