Por @Wicho — 3 de noviembre de 2005

Hace unos días Forbes publicó un titulado Attack of the Blogs [€, requiere registro] que básicamente pone a los blogs y a los que los escriben a caer de un burro y que empieza con lindezas como estas, cortesía de Boing Boing:

Destruyen marcas y arruinan vidas. ¿Hay alguna forma de defenderse?

Los weblogs son la valorada plataforma de una banda de linchadores en línea que predican la libertad pero en realidad escupen mentiras, libelos e insultos. Sus poderosos aliados en este empeño incluyen Google y Yahoo.
Para seguir con afirmaciones del estilo
Algunas empresas usan los blogs como un arma, lanzando críticas contra sus rivales.«Diría que de un 50 a un 60 por ciento de los ataques están patrocinados por competidores,» dice Bruce Fischman, un abogado en Miami especializado en víctimas de abusos en línea.
aunque sin explicar en ningún sitio de dónde sacan estos porcentajes.

El artículo también incluye consejos sobre cómo luchar contra estos malandrines, cosas de estilo de hacerte colega de otros bloggers y convencerlos de que a su vez ataquen al que te ataca, investigar en su pasado a ver si encuentras algo con lo que avergonzarlo y hacerlo público, denunciarlos a él o a quien alberga su web...

En fin, una serie de consejos y un enfoque cuando menos descabellados, sobre todo teniendo en cuenta que muy probablemente quien protesta en un blog es un cliente insatisfecho.

Me parece infinitamente más razonable la lista que publicó Jim Maule en Politech para evitar que tengan motivos para quejarse de ti, de tu empresa o de tus productos:

  1. Crea productos y servicios de calidad.
  2. Vende lo que anuncias.
  3. Asegúrate de que tus productos y servicios hacen lo que dicen que hacen.
  4. Prueba y estudia completamente tus productos antes de ponerlos a la venta.
  5. Deja bien claros los riesgos que puedan suponer tus productos y servicios a quienes los compren.
  6. Di la verdad.
  7. Cumple con lo que prometen tus grantías.
  8. No tomes atajos.
  9. Confórmate e todas las leyes y reglamentos aplicables.
  10. No intentes comprar influencia.
En definitiva, «no la hagas y no la temas.»

Como dice Maule, si haces todo esto lo mismo hasta empiezan a hablar bien de ti y de tus productos gratis.

Actualización (4 de noviembre de 2005): Antonio Toca, quien también ha escrito sobre el artículo en cuestión en Forbes ataca a los blogs, nos comenta que se puede usar el login/password forbesdontbug para leer el artículo original sin necesidad de registrarse.

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