Hoy participo en la mesa redonda «De la universidad a los medios» del curso Introducción á Divulgación Científica na Sociedade, en la que tendré unos diez minutos para realizar una pequeña presentación.
Me puse a preparar unas notas para ello y me ha salido este texto que he pensado que podía interesar a alguien o incluso a los asistentes al propio curso, así que he decidido publicarlo aquí.
En esta mesa titulada «De la universidad a los medios» me toca un poco ser la voz discordante y actuar como representante de los blogs, algo que no es un medio tradicional pero que sin duda puede llegar a mucha gente.
Para explicar qué es un blog sin entrar en muchas profundidades podemos decir que es una página personal que se caracteriza porque el contenido más reciente está más arriba y por tener algún sistema de navegación que permite recorrer los archivos de lo publicado con anterioridad de forma más o menos cómoda.
Microsiervos es un blog que llevamos escribiendo Alvy Nacho y yo desde julio de 2003 y que de unos pocos cientos de páginas vistas al día en la actualidad sus estadísticas rondan los 4 millones de páginas vistas al mes con unos 1,2 millones de usuarios únicos, lo que en ese sentido nos pone, por ejemplo, al nivel de un periódico como La Voz de Galicia, que recientemente anunciaba que su edición digital superaba el millón de lectores al mes.
Seguro que La Voz hace 4 ó 5 veces nuestro número de páginas al mes o más, pero es que por la propia naturaleza de la web de un periódico y de la de un blog y de cómo se leen esto es absolutamente normal.
Pero la cifra que me parece más relevante y que me llena de satisfacción son los 90.000 suscriptores que tenemos a nuestro canal RSS.
Un canal RSS es una forma de publicar información en Internet que permite que un programa instalado en un ordenador, un teléfono móvil, una PDA, o una consola, o en algún otro dispositivo similar, pueda saber en cada momento si una página web ha sido actualizada y así ofrecer esa información a la persona que lo usa de forma automática sin que esta tenga que estar pendiente de nada.
Estos canales permiten a la gente irse construyendo, poco a poco, su periódico personalizado, su visión particular del mundo cogiendo de aquí y de allá lo que más le interesa.
Así, puede suscribirse a la sección de local del periódico de su ciudad, a la sección de deportes de otro, a la de noticias de ciencia y naturaleza de la BBC, a las fotos que aparezcan en Flickr con una etiqueta que le interese, a vídeos, podcasts (grabaciones de cuido), etc... Esto es lo que el periodista Dan Gillmor define como el Daily Me, el viejo sueño del periódico a medida.
Con el tiempo estos usuarios acaban aprendiendo a ir a las fuentes e igual se apuntan al canal RSS de alguna agencia de noticias para evitar tener que pasar por el filtro de lo que un periódico decida sacar y en lugar de apuntarse a la sección de ciencia de algún periódico probablemente acaben suscribiéndose al canal RSS de algún blog o blogs que traten sobre el tema y que les resulten atractivos.
Y es que, a diferencia de los redactores de un medio tradicional, por lo general los bloggers escribimos de lo que nos apetece, cuando nos apetece, y porque nos apetece, y eso se nota en el cariño que se le pone y los lectores, que no son tontos, acaban también por notarlo.
Pero los blogs, que serían una forma estupenda de llegar a través de gente apasionada sobre un tema y con ganas de escribir sobre él a otras que quieren información sobre él están siendo generalmente ignorados, sino despreciados, por la mayoría de las instituciones que parecen preocuparse mucho más de publicar cosas en medios especializados que sus colegas sin duda leerán que en llegar al público en general.
En ese sentido la empresa privada lleva ventaja, aunque a menudo su aproximación a los blogs sea a menudo torpe y despistada.
Una excepción a esto sería, por ejemplo, la NASA, con el en mi opinión brillante uso que está haciendo de Twitter con la Mars Phoenix Lander.
Twitter, aunque es un poco complicado de explicar, es un servicio que permite enviar mensajes de un máximo de 140 caracteres desde un ordenador, un móvil, una PDA, etc..., en los que la gente cuenta lo que está haciendo en cada momento, o lo que le llama la atención, o en los que pasa un enlace a una información interesante que acaba de encontrar, y es una de las formas más inmediatas de comunicación que hay.
Por ejemplo, yo supe de la liberación de Ingrid Betancourt a través de Twitter, antes de que estuviera en la web de ningún medio tradicional español.
El Twitter de la MPL es usado por su equipo como si la propia sonda enviara mensajes desde Marte y en estos momentos ya tiene más de 28.000 personas que los siguen.
Otros ejemplos interesantes son el blog del GLAST , el feed de imágenes de la sonda Cassini , o la famosísima Astronomy Picture of the Day , en la que cada día se puede aprender un poquito de astronomía y admirar una magnífica imagen.
La Agencia Espacial Europea, sin embargo, lo está haciendo peor, y aunque ya hace algún tiempo que incorporó canales RSS en su web, aún les falta un nivel de frescura y de agilidad, no es de recibo que una información tarde 2 ó 3 días en ser traducida al español.
Esta divulgación por aficionados y para aficionados, por otra parte, no tiene en absoluto que sufrir falta de rigor aunque no esté escrita en un lenguaje estrictamente académico.
Como hemos comprobado todos los que escribimos un blog, siempre hay alguien entre tus lectores que sabe más que tú de cualquier tema sobre el que escribas y siempre aparecerá alguien que te corrija los errores, con lo que con el tiempo vas aprendiendo a documentarte cada vez mejor y a comprobar más las cosas.
Además, contamos con la ventaja de poder actualizar las propias anotaciones, con lo que la información está siempre al día, no como en una fe de erratas publicada días, semanas o meses después.
Y en lo que se refiere a sitios colaborativos, el ejemplo máximo de los cuales es la Wikipedia, diversos estudios han confirmado que es tan fiable como la Britannica, que de hecho hace poco también intentaba abrirse hacia los bloggers.
Y esta forma colaborativa de hacer las cosas también podría revolucionar la forma de hacer ciencia, facilitando el intercambio de ideas y experiencias, pero eso es quizás material para otro curso.