Por @Wicho — 7 de octubre de 2009

{Esta es una pequeña pieza que me pidieron en La Voz de Galicia a raíz del anuncio de la FTC de que quiere regular como los bloggers hablan de productos y servicios. Salió publicada junto con el artículo Los blogs de EE. UU. deben revelar si cobran por hacer publicidad de Ana Carolina Moreno}

En Internet nadie sabe que eres un perro por Peter SteinerTodos los estudios y encuestas que se hacen sobre el tema apuntan a que cada vez más los consumidores usan Internet para buscar información sobre productos y servicios de todo tipo antes de decidirse a comprarlos o contratarlos.

Y cada vez más, dada la tendencia de los buscadores en general -y en España de Google en especial al tener copado más del 98 por ciento del mercado- a tratar muy bien el contenido publicado en los blogs y a ponerlo en los primeros lugares de los resultados de las búsquedas, es probable que la primera o primeras informaciones que aparezcan hayan sido publicadas en un blog.

Las empresas son cada vez más conscientes de esto e intentan sacar partido de ello, y de hecho en Microsiervos hace tiempo que venimos recibiendo propuestas para probar productos y servicios de todo tipo, aunque nuestra primera condición para aceptar es siempre hacerlo sin ningún tipo de compromiso y luego contar en qué condiciones hemos hecho la prueba, aunque también es cierto que se han dado casos de blogs que han escrito sobre cosas que les han regalado o bien a cambio de dinero sin decirlo.

Es precisamente este tipo de prácticas las que pretenden evitar las nuevas normas de la FTC intentando que la relación entre blogger y empresa quede muy clara. Pero claro, estas normas son de aplicación solo en los EE.UU., con lo que el resto de Internet seguirá siendo libre de hacer lo que le plazca.

Pero de todos modos, normas por medio o no, al final siempre acaban sabiéndose las cosas, y si en Internet, como dice la famosa viñeta, nadie sabe que eres un perro, también es cierto que tu reputación es lo único que te avala, y si se ve comprometida por no dejar esta tipo de cosas claras, acabarás pagándolo de una forma u otra.

Así, puede que la aprobación de estas normas sirva para que los consumidores sean más conscientes a la hora de buscar información de que puede haber intereses que no les están dejando claro, y eso puede ya tener más valor que las propias normas.

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