El Hubble elevándose fuera de la bodega de carga del Atlantis tras su suelta - NASA TV
Esta misma tarde, a las 14:57, y tras comprobar que su tapa se había abierto al recibir la orden, la especialista de la misión Megan McArthur soltaba las pinzas del brazo robot del Atlantis que sujetaban al telescopio espacial Hubble y este volvía a flotar por si solo en el espacio, su medio habitual durante los últimos 19 años y donde se espera que siga en servicio durante al menos otros cinco años, aunque con un poco de suerte seguro que será alguno más.
A falta de la vuelta a tierra del transbordador y su tripulación, esto ponía fin a cinco días de duro trabajo en el espacio durante los que en otros tantos paseos espaciales se instalaron dos instrumentos nuevos en el telescopio, se cambiaron algunos componentes ya algo viejos por otros nuevos, y se repararon dos de los instrumentos que ya estaban a bordo y que con el tiempo habían fallado.
Y si bien es cierto que el Hubble había sido diseñado desde el principio para que se pudieran realizar algunas de estas tareas, también lo es que otras, en especial la reparación del Space Telescope Imaging Spectrograph y de la Cámara Avanzada Para Sondeos, nunca habían sido previstas, por lo que hubo que diseñar los procedimientos y herramientas que permitieron a los astronautas llevarlas a cabo metidos dentro de sus trajes espaciales y en el vacío.
Ni pernos pasados de rosca, ni piezas que hubo que arrancar literalmente a mano, ni herramientas que se quedaron sin batería a mitad del trabajo, ni otras dificultades que surgieron por el camino fueron obstáculo para la determinación de Scott D. Altman, el comandante de la misión, Gregory C. Johnson, el piloto, y los especialistas de la misión Michael T. Good, K. Megan McArthur, John M. Grunsfeld, Michael J. Massimino, y Andrew J. Feustel y su equipo de apoyo en tierra, que se han ganado a pulso su sitio en la historia de las misiones espaciales y de la ciencia.
Personalmente, me ha resultado muy emocionante ir siguiendo las actualizaciones prácticamente continuas de como iban progresando estos paseos espaciales gracias a los canales de Twitter de la NASA y de la Oficina de Relaciones Públicas del Hubble, y es que el Hubble es de esas misiones espaciales que a los que nos interesa la ciencia y el espacio les hemos ido cogiendo cariño y que ya son «como de la casa», igual que ha sucedido con Spirit y Oppportunity, que llevan más de cinco años al pie del cañón en Marte cuando estaban pensados para funcionar durante 90 días.
Ahora quedan unos cuatro meses de pruebas y calibración antes de que el Hubble pueda retomar su misión, lo que se espera que ocurra en septiembre; mientras tanto, al Atlantis y su tripulación se les espera en el centro espacial Kennedy el viernes a las 17:03, hora de España (UTC +2) si pueden tomar tierra en la primera oportunidad.