Impresión artística del Corot en órbita
Aunque en julio de 2013 la ESA tuvo que dar por finalizada su misión al no poder volver a poner en funcionamiento el segundo de sus ordenadores de a bordo, lo que le impedía obtener datos del telescopio, no fue sino hasta el pasado 17 de junio cuando el Corot fue finalmente apagado, una vez asegurados todos sus sistemas y colocado en una órbita que asegurará que su reentrada en la atmósfera terrestre se producirá en el menor tiempo posible.
Claro que como se puede leer en Corot, le chasseur d'exoplanètes, termine sa mission esto no sucederá hasta 2048 aún cuando su órbita tenía sólo 827 kilómetros de altura.
Lanzado el 27 de diciembre de 2006, el Corot, del francés COnvection ROtation et Transits planétaires, y COnvección, ROtación y Transitos planetarios en español, localizó 37 de estos, con otros 100 pendientes de nuevas observaciones para confirmar su existencia, aunque lo cierto es que los responsables de la misión esperaban haber encontrado alguno más aún a pesar de que la misión duró bastante más de los tres años para los que estaba programada.
Corot utilizaba el método de los tránsitos para encontrarlos, un método que consiste en medir la luz que llega de una estrella y detectar las bajadas en la cantidad de luz que nos llega de esta cuando un planeta que la orbita pasa por delante. La sensibilidad del Corot era tal que podía detectar una disminución de una parte entre diez mil en el brillo de una estrella.
Su misión secundaria era la de estudiar la astrosismología, los temblores en la superficie de las estrellas que provocan variaciones en su brillo, lo que permite calcular con bastante precisión su masa, edad y composición química.
En cualquier caso, como sucede habitualmente con las misiones espaciales, a los científicos aún les quedan años de análisis de los datos obtenidos por Corot, por lo que probablemente su cuenta definitiva de «cazados» termine por aumentar.