Desarrollado por investigadores y estudiantes de la universidad Carnegie Mellon, el NavLab o Navigation Laboratory fue uno de los primero coches autónomos en circular con suficiente seguridad como para llevar a personas a bordo, las cuales viajaban aterrados a algo así como 2 km por hora mirando las pantallas de fósforo verde de sus PC con 640 KB.
Para que esta furgoneta Chevrolet condujera llevaba en su interior media docena de racks con ordenadores, tres estaciones de trabajo Sun, hardware de vídeo, receptor GPS y un superordenador Warp.
El vehículo se arrastró durante años debido a las limitaciones de software, hasta que para finales de los años 80 logró su velocidad máxima: 30 km/h.
Entre 1987 y 1995 se desarrolló en Europa el proyecto Eureka Prometheus dentro del cual investigadores de la Universidad Bundeswehr de Múnich y Mercedes-Benz desarrollaron uno de los primeros coches autónomos de verdad, en 1987: un Mercedes Clase S que en 1995 circuló él solo desde Múnich (Alemania) a Copenhague (Dinamarca). Un viaje de 1600 kilómetros en el cual los humanos apenas tuvieron que intervenir en un total de 9 kilómetros. El coche alcanzó los 180 km/h en la Autobahn adelantando a otros vehículo. Llegó a recorrer casi 160 km consecutivos sin intervención del conductor.
Vía Motherboard.