Rusia quiere construir una flota de centrales nucleares flotantes y sumergibles para disponer de energía en cualquier momento y en cualquier lugar del Ártico donde necesite establecer infraestructuras para explotar los depósitos de gas y petróleo de la zona.
Se calcula que en el Ártico podrían yacer hasta el 25 por ciento de las reservas que aún están por descubrir -aunque realmente no se tiene ni idea de cuánto no se ha descubierto.
Russia to build floating Arctic nuclear stations - las plantas, de 70 MW cada una, constarán de dos reactores a bordo de plataformas de acero gigantes que proporcionarán electricidad a la gasista Gazprom, que entre otras cosa podrá hacer funcionar las perforadoras necesarias para explorar algunos de los depósitos de gas y petróleo localizados en zonas remotas en los mares de Barents y Kara. Los buques autónomos pueden almacenar sus propios residuos y el combustible y sólo tendrá que pasar por mantenimiento una vez cada 12 a 14 años.
El comienzo de la fabricación de los primeros prototipos ha hecho saltar la alarma en grupos ecologistas que consideran que es demasiado arriesgado. Un accidente con uno de estas centrales tendría gravísimas consecuencias para el medio ambiente. Si además tiene lugar en zonas remotas será prácticamente imposible acotar una fuga o rescatar uno de estos buques.
Además,
Rusia tiene un amplio historial de contaminación radioactiva en el Ártico [...] se sabe de al menos 12 reactores nucleares que han sido arrojados allí, junto con más de 5.000 contenedores de desechos nucleares, tanto sólidos como líquidos, al norte de la costa de la isla de Novaya Zemlya.
Maqueta de una planta nuclear transportada por un camión.
Por lo visto hasta el accidente de Chernóbil, los rusos venían utilizando plantas nucleares móviles para llevar energía a zonas remotas del país. Se trataba de pequeños reactores nucleares motorizandos, bien sobre orugas o en remolques de camiones de gran tonelajes.
También es conocida la existencia de decenas de pequeños generadores radiactivos que se utilizaron para proporcionar energía a faros situados en zonas de la costa geográficamente alejadas de cualquier lugar y que posteriormente fueron abandonados a su suerte, muchos de los cuales fueron asaltados y sus generadores expuestos al medio ambiente: Faros radiactivos abandonados en el ártico ruso.