Impresión artística del telescopio en el espacio – ESA
El telescopio espacial XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) cumple hoy 25 años en el espacio, lo que no está nada mal si tenemos en cuenta que iba para diez. De hecho desde el 6 de septiembre de 2018 es la misión más longeva de la Agencia Espacial Europea, pues en esa fecha consiguió superar los 6.842 días que estuvo en servicio la sonda Ulysses. Es un proyecto de la Agencia Espacial Europea aunque la NASA contribuyó en la construcción de dos de los instrumentos de a bordo.
El observatorio monta tres telescopios, cada uno con 58 espejos concéntricos –de ahí lo de XMM, X-ray Multi-mirror Mission– con los que explora el universo en una de las zonas más calientes del espectro electromagnético, la de los rayos X. Con ellos es capaz de detectar millones de fuentes de rayos X.
Para ello dispone de unas cámaras con sensores CCD capaces de detectar variaciones en el brillo de una fuente de rayos X del orden de una milésima de segundo; de un espectrómetro que permite analizar los elementos individuales de cada una de esas fuentes; y de un telescopio ultravioleta y de luz visible que observa las mismas fuentes que los telescopios de rayos X para complementar sus observaciones.
Está en el espacio igual que otros observatorios de rayos X como Newton y otros observatorios similares como Chandra –lanzado el mismo año– y NuSTAR porque la atmósfera de la Tierra absorbe los rayos X que está diseñados para captar.
Sucesivas extensiones de su misión han permitido que haya duplicado con creces los diez años que en principio tenía que durar. La más reciente de estas ampliaciones asegura su financiación hasta finales de 2026. Pero todo parece indicar que, al ritmo actual de uso, el telescopio tiene combustible suficiente como para seguir en funcionamiento hasta principios de la década de los 30. Así que es más que probable que se sigan aprobando extensiones de su misión hasta entonces.
Eso es extremadamente importante no sólo por sacarle todo el partido posible sino porque su sucesor, Athena, de Advanced Telescope for High ENergy Astrophysics, Telescopio Avanzado para Astrofísica de Altas Energías, ahora mismo no tiene previsto su lanzamiento para antes de 2035. Así que si XMM-Newton consigue seguir en servicio hasta que Athena sea lanzado y comience a funcionar eso aseguraría la continuidad de las observaciones en rayos X.
En sus 25 años en servicio se han publicado más de 8.000 trabajos científicos basados en sus datos, lo que sale a algo más de 300 trabajos por año.
Está en Twitter como @ESA_XMM.